KillaJoule es la moto eléctrica más rápida del mundo con 434.4 km/h y Eva Hakansson tiene el récord femenino de velocidad en moto de la FIM.
El team de diseñadores, mecánicos e ingenieros de KillaCycle Racing, construyó KillaJoule, la moto eléctrica más rápida del mundo, además de ser el sidecar más rápido del mundo, y Eva Hakansson tiene el récord de velocidad femenino en moto de la FIM (Federación Internacional de Motociclismo).
La KillaJoule es conducida por Eva Hakansson, una mujer neozelandesa que ya dio de qué hablar en 2012, cuando estableció su primer récord con otra versión de su KillaJoule, menos potente, y que en aquella oportunidad alcanzó 348.42 km/h. Pero querían ir por más y así fue.
En agosto de 2016, volvieron a las salinas de Bonneville, un desierto de sal con 260 km2 ubicado en el estado norteamericano de Utah y donde se consiguen récords de velocidad. Esta vez la KillaJoule con Eva logró superar su marca anterior, ahora con 399.1 km/h.
Pero los récords en Bonneville se hacen en dos direcciones: ida y vuelta, en una recta de unos 21 km de extensión. Si bien la KillaJoule alcanzó 399.1 km/h en una dirección, en la otra fue más lenta y como el récord se da por el promedio de velocidad en ambas direcciones, fue un tanto menor: 387.3 km/h.
En 2017, la KillaJoule de Eva Hakansson regresó a Bonneville y consiguió establecer un nuevo récord de 410.5 km/h (promedio) con uno de los pases a 434 km/h. Eva Hakansson labora como profesora de ingeniería mecánica, CAD y diseño en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, e hizo un doctorado en Ingeniería Mecánica en la Universidad de Denver, Colorado, Estados Unidos.
La KillaJoule se asemeja a un misil y por su configuración de tres ruedas, es similar a una moto con sidecar. Pesa 700 kg, mide 5.6 m de largo y solo 0.53 de ancho, su altura es de 0.96 y se conduce con timones, no tiene volante. Su motor es de 500 caballos (HP) con baterías nanofosfato EXT de ion-litio, que no requiere refrigeración extra.
Esta velocidad de la KillaJoule tripulada por Eva Hakansson, es superior a cualquier motocicleta conocida y es la primera vez, desde 1899, que una moto eléctrica supera la velocidad de una moto con motor de combustión. Se conoce que los primeros vehículos automotores, en el siglo XIX, eran de propulsión eléctrica, incluidos los más rápidos del mundo.
El desarrollo del motor de combustión interna, la fiebre de los combustibles derivados del petróleo y la falta de autonomía de los vehículos eléctricos en el siglo XX, hizo que nos olvidáramos de la propulsión eléctrica. Ahora, la contaminación ambiental producida por los combustibles fósiles, hace que reviva el motor eléctrico, libre de contaminación, en el actual siglo XXI.
