Equipado con el bestial motor de los Charger y ChallengerHellcat, parece traído a este mundo para imponer su ritmo demoniaco. 717 CV que hacen a este el más poderoso de todos los Jeep jamás fabricados.
Jeep es el todo terreno por antonomasia. Es una de esas marcas que aún representan algo, a pesar de que ha tenido vaivenes a lo largo de su historia. Sin embargo, el bombazo de esta versión es algo fuera de serie, miremos por donde miremos.
Algún travieso adelantado ha querido jugar a los dados y ha decidido meter dentro de un Jeep, la descomunal fiereza de uno de los motores más potentes que existen: el V8 de 6,2 litros, sobrealimentado además, originario de los muscle car Charger yChallengerHellcat.
Con semejante despliegue no hay espacio para sutilezas. Estamos ante un vehículo descomunal, que puede tener performances superiores, incluso, a los muscle car mencionados. Y es que, probablemente, su peso sea menor. Esto hará que el Jeep Grand CherokeeTrackhawk estruje el pavimento y salga disparado como todo un súper-deportivo.
En detalle hablamos de 717 CV de potencia, así como un par máximo de 875 Nm. Cuando pisamos duro y desatamos todo ese poder, la transmisión Torqueflite de ocho marchas demostrará de qué está hecha y los enviará a las cuatro ruedas de forma tan brutal que, todo en nuestro retrovisor se quedará pequeñito.
Imaginen a un SUV lanzado de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y capaz de alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h, y porque está limitada electrónicamente.
Con semejante aumento de potencia, ha sido necesario reforzar muchos componentes mecánicos, así como añadir mejoras. Podemos citar muchos, como el diferencial electrónico de deslizamiento limitado o los frenos firmados por Brembo, ocultos tras las llantas de 20 pulgadas, con discos autoventilados de 400 mm en las ruedas delanteras, más pequeños en las traseras, mordidos por pinzas de seis y cuatro pistones respectivamente. Sin dudas, habrá más elementos modificados o mejorados, es lógico, pero enumerarlos aquí sería aburrido.
La estética de este nuevo Jeep cambia poco, apenas los antiniebla delanteros por entradas de aire, y el escape doble por uno de cuatro salidas, pero a esa velocidad no importa: casi será invisible.