Los prototipos tienen vida propia, algunos muy fugaz, otros hasta su concreción definitiva. Lo cierto es que cada día son más tenidos en cuenta, por ello nos lanzamos tras este interesante ejemplar de Opel. Vea todos los detalles tras el salto.
Con arquitectura clásica y líneas sugerentes, el nuevo prototipo de Opel se apunta como un deportivo pequeño, capaz de hacer las delicias de muchos. Con motor delantero y tracción trasera, Opel dice haberse inspirado en algunos de sus modelos del pasado y afirma que el diseño de la carrocería está basado en el Opel GT, un deportivo que la marca comercializó entre 1967 y 1973.
Según Opel, este prototipo está optimizado para ser empleado en zonas urbanas, con puertas diseñadas para dar un acceso amplio al habitáculo, gracias a los anclajes sobre los que pivota, muy adelantados en la carrocería, cerca de los pasos de ruedas. Como uno de esos alardes propios de los concepts, hay dos cámaras sobre los pasos de ruedas que envían las imágenes a dos pantallas que rodean la instrumentación para facilitar las maniobras. El techo es de cristal, panorámico y toda la iluminación es mediante tecnología LED.
Opel dice haber prescindido de los tiradores de las puertas y de los espejos retrovisores para ”renunciar a todo aquello que perturba la pureza de líneas“ y ha equipado las puertas con apertura eléctrica, a través de sendos sensores táctiles situados en la parte alta de la línea de color rojo que atraviesa longitudinalmente el coche.
El motor es de tres cilindros y 1,0 L de desplazamiento. Entrega unos buenos 145 CV de potencia máxima y está sobrealimentado mediante un turbocompresor. Con esta planta pequeña el peso del auto es crucial y Opel lo acota por debajo de los 1 000 kg, logrando prestaciones aceptables para su potencia: acelera de 0 a 100 km/h en menos de ocho segundos y alcanza 215 km/h de velocidad máxima lo cual, unido a una buena maniobrabilidad, puede brindar mucha diversión a la hora de conducirle en el agitado tráfico urbano.