Geely Group, propietario también de Volvo, es el actual dueño de London Taxi Company (LTC), empresa que fabrica los icónicos taxis londinenses y ya tiene su nueva línea de taxi TX5 en Londres. Con el respaldo de la estructura que ha creado en diseño automotriz, el nuevo TX5 debe cumplir con décadas de tradición y superar los logros de su predecesor.
Aprovechando como inspiración el clásico TX4, un modelo cuyo diseño data del año 1958, la apuesta de Geely es unir detalles clásicos de su diseño para mantener la mística del modelo, pero con una mecánica híbrida del tipo plug-in, la cual combina un propulsor de gasolina con cuatro cilindros y otro motor eléctrico. Además, el nuevo TX5 se beneficia de otros aportes del siglo XXI, y su apariencia de modernidad se hace efectiva gracias a la presencia de faros LED, disponibilidad de conexión WiFi y varios puertos USB, para la conectividad y carga de dispositivos.
Las características que no variarán del clásico TX4 serán sus requisitos principales, tales como: acceso para sillas de ruedas, espacio en el habitáculo, capacidad para seis pasajeros –gracias a la configuración 3 vs 3 en sus asientos – y elevada seguridad.
Desde 1997 se han realizado varias versiones que buscan actualizar el original Austin FX4 de 1958, ya superado por el tiempo. Las mejoras han sido constantes y progresivas, el motor, la suspensión los frenos y las nuevas tecnologías de comunicación se han ido incorporando en cada una de ellas. La versión más importante fue la de Geely –el TX4- en 2007, hace diez años.
El desarrollo del nuevo TX5 ha salido de uno de los cuatro centros de diseño, ubicado en Barcelona, que Geely ha construido alrededor del mundo. A este se suman el de Suecia, otro en Los Ángeles y el último en Shanghái, China. Para lograr este entramado ha maximizado la experiencia del Centro Volvo original, luego de su adquisición, y ha replicado la experiencia. El centro neurálgico de todo el complejo pasa por la asesoría y supervisión de Peter Horbury -un diseñador experto, con amplio pedigrí en Volvo, Ford, Lincoln y Jaguar- quien estuvo personalmente involucrado en el desarrollo de este modelo.
Sin dudas, un paso definitivo en la consolidación del automóvil chino como una realidad en el escenario actual de la industria, como sucedió décadas atrás con las llegadas de los autos japoneses y coreanos.