¿Esto es un Ferrari?

Creado: Dom, 29/05/2016 - 14:21
Créditos
Jorge Esténger Wong
¿Esto es un Ferrari?

Nacido de la discordia, y de la oportunidad extraviada de un cambio de época, el Ferrari Modulo es, para muchos, un grotesco bastardo que jamás debió cobrar forma. Lo cierto es que existe y, aunque no pasó de un único prototipo, es parte de la historia de Maranello.

Toda la idea parte del "aburrimiento" de un diseñador de Pininfarina, encargado a la sazón de dar forma a la pizarra del Rolls Royce Camargue, allá por los años sesenta. Para compensar, fue desarrollando bocetos de un superauto, que sería lo más radical visto sobre ruedas. Paolo Martín, tal era su nombre, llegó hasta Sergio Pininfarina con sus ideas, pero aquel no le concedió mucho crédito. Encontraba al vehículo tan extrafalario que dudaba recibiera alguna buena opinión de la crítica.

Pero la Década Prodigiosa tocaba a su fin y Ferrari necesitaba potenciar su imagen frente a la avalancha de nuevos diseños que llegaba a la industria. Las naves espaciales, cohetes y demás artilugios imperaban: fue la era de Stars Wars. El engendro de Martín cobraba sentido y Maranello dio luz verde para llevarlo hasta la fase de un prototipo funcional.

Para ello entregó una de las unidades ya existentes de la serie 512S producidas para homologación, chasis número 1046. De esta manera, lo que debió ser uno de los últimos coches de Ferrari para la competición de prototipos, se comenzó a convertir en su automóvil más controvertido. Sus formas anónimas, planas y futurísticas no guardan relación con ninguna otra creación de la marca y distan mucho del sabor a arte que brota de los coches de Maranello.

El Modulo apenas levanta del suelo, con una altura de 93 cm su aerodinámica carrocería, de fibra de vidrio, deja ver el motor en su parte posterior a través de una serie de aberturas. Su cubierta transparente, de plexiglass, tiene un exótico sistema de abertura hacia delante. Otra peculiaridad es que su carrocería no tiene pasos de rueda, por lo que su radio de giro es muy limitado, siendo el primer Ferrari incapaz de lidiar con las curvas.

Eso sí, no tiene problemas de motor. Lleva el fabuloso V12 5.0 a 60º del 512 S con 550 CV de potencia que en aquella época era algo descomunal, incluso para un "concept car". Todo un desperdicio, con el solo propósito de impresionar al mercado. El Modulo llegó a ser funcional y rodó en algunos anuncios publicitarios.

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Jorge Esténger Wong