¿Qué es el ekranoplano, uno de los aviones más raros del mundo que se construirán en Rusia?

Creado: Dom, 27/08/2017 - 17:06
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Redacción Excelencias del Motor
¿Qué es el ekranoplano, uno de los aviones más raros del mundo que se construirán en Rusia?

En 1966 uno de los primeros satélites espía norteamericanos detectó algo a orillas del mar Caspio que dejó atónitos a los analistas de Inteligencia: una monstruosidad de 106 metros de longitud y 42 metros de la punta de un ala a otra, forma de avión y diez motores a reacción. Ante la imposibilidad de saber con exactitud si se enfrentaban a un barco o un avión, lo apodaron «el monstruo del Mar Caspio» y comenzaron a monitorizar sus evoluciones sobre el agua.

Sin embargo, no era ni una cosa ni la otra: se trataba de un ekranoplano, el primero de su tipo, una suerte de avión anfibio diseñado y construido por el ingeniero y diseñador naval Rostislav Evgenievich Alexeyev llamado a revolucionar el transporte marítimo y el combate sobre el agua.

Alexeyev, que había comenzado su carrera diseñando hidroalas —embarcaciones que utilizan «alas» para elevar su casco por encima del agua, pudiendo alcanzar mayores velocidades que los barcos convencionales gracias a un menor rozamiento—, pronto se dio cuenta de la conveniencia de diseñar un navío capaz de permanecer totalmente fuera del agua mediante el aprovechamiento del conocido como «efecto suelo», que se produce cuando un cuerpo, con una diferencia de presiones entre la zona que hay por encima de él y la que hay por debajo, está muy cerca de la superficie terrestre.

Ahora los entuasiastas de la aviación pueden estar de enhorabuena. Rusia ha anunciado la construcción de un nuevo ekranoplano que se supone estará terminado entre 2020 y 2022. Si el proyecto llega a buen puerto será el primer avión de efecto suelo ruso en casi tres décadas.

El concepto resultante es una especie de hidroavión con unas alas insusitadamente cortas pero que es perfectamente capaz de volar a escasos metros del agua. Los ekranoplanos no están pensados para volar sobre tierra, donde el terreno es demasiado irregular, pero son perfectos para desplazarse sobre el mar. En cierto modo es como un barco, pero capaz de moverse a velocidades de 400 km/h y con una maniobrabilidad que haría palidecer de envidia a cualquier barco de guerra.

El programa de ekranoplanos se interrumpió con la caída de la Unión Soviética y nunca ha despegado de nuevo pese a algunos tímidos intentos. La mayor parte de aviones de efecto suelo de aquella época se pudren hoy en astilleros abandonados. (Con información de ABC.es y Gizmodo.com)

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