Este 19 de noviembre se celebran 180 años de la puesta en marcha del primer ferrocarril cubano. Así Cuba tuvo ferrocarril una década antes que su metrópoli, España. Fue el primero de América Latina y el segundo de toda América. Su impronta estuvo ligada a la industria azucarera en Cuba. 
En fecha tan lejana como 1830, el entonces Gobernador español de Cuba, Francisco Dionisio Vives, creó la Junta de Caminos de Hierro, con el fin de estudiar la construcción de un ferrocarril entre La Habana y Güines. Sin embargo, no es hasta 1832 que Claudio Martínez de Pinillo, Conde de Villanueva, es nombrado presidente de la Real Junta de Fomento de La Habana, y es entonces que comienza a andar el proyecto.
Finalmente la Reina de España, Isabel II, autorizó el ferrocarril en Cuba el 12 de octubre de 1834, exactamente 342 años después de que el almirante Cristóbal Colón llegara a la América. Y la Real Junta de Fomento negoció con inversionistas ingleses un empréstito de 2 millones de pesos. Fue así que el ingeniero norteamericano Alfred Cruger, emprendió la construcción del primer tramo: Habana –Bejucal, de 27,5 km. Por ahí rodó el primer tren de Cuba para dejar inaugurado, aquel 19 de noviembre de 1837, hace hoy 180 años, el ferrocarril cubano.
Este servicio ferroviario, que en su primer viaje solo tuvo invitados, se dio solo 12 años después del primero del mundo, en Inglaterra, y más de una década antes de que se ofreciera en España. Dos años después, en 1839, el ferrocarril llegó a Güines (44.5 km de vía férrea), rica comarca azucarera al sureste de La Habana. Con el ferrocarril, la naciente industria del azúcar ya buscaba una salida para exportar su producción.
Además del puerto de La Habana, pronto hubo vías férreas para los puertos de Matanzas, Cárdenas, Sagüa la Grande y Cienfuegos, precisamente en las regiones occidental y central de la Isla, donde se concentraba la producción azucarera cubana.
Con el tiempo, el ferrocarril en Cuba ha tenido su desarrollo y, según datos del año 2010 (EcuRed), cuenta con 8 mil 193 km de vías, de los cuales 5 064 son de uso público y el resto pertenecen a la agroindustria azucarera y a otras actividades industriales y mineras.
Hoy la red ferroviaria cubana conecta las principales ciudades de provincia, el país cuenta con una densidad de 7,31 km de vía férrea por cada 10 000 habitantes y 74.5 km por cada 10 mil kilómetros cuadrados de superficie. Y se transportan alrededor de 8 millones de pasajeros y unas 8.5 millones de toneladas de carga al año.