2000GT: ¡el Toyota del medio millón!

Creado: Dom, 02/02/2014 - 20:39
Créditos
Jorge Esténger Wong
2000GT: ¡el Toyota del medio millón!

A mediados de los sesenta Toyota quería demostrar que no era el patico feo de la industria automotriz, solo capaz de producir duros autos económicos.  Para esa fecha ya estaba lista para llegar hasta la cima de la industria y el mercador automotriz –donde se encuentra hoy- y para demostrarlo impactó al mundo con un modelo único: el 2000GT. Esta es su historia.

En 1963 Satoru Nozaki ya se encontraba al frente de un equipo de diseño encargado de producir el primer súper deportivo japonés de la historia.  Justo ese año, Toyota ganó el campeonato GT de Japón y la compañía incluyó en el ”Task Force“ a Jiro Kawano, Jefe de Competición de la marca por aquellos tiempos.  Así, el Toyota 2000 GT fue presentado en el Salón del Automóvil de Tokio de 1965. En ese momento inicial, desde occidente se le vio como un automóvil exótico, aunque ”un bicho raro“ de los japoneses, que quieren aprender a fabricar autos de verdad.

Sin embargo, el 2000 GT demostró al mundo que Toyota era algo más que una marca industrial, su estilo se caracterizaba por unas líneas curvas y musculosas, pero de aspecto liviano, gracias a que sólo tenía una altura de 1,16 m y una longitud de 4,2 m. El diseño de su parabrisas emulaba una cabina de avión, con grandes superficies acristaladas.  Este hecho no era fortuito, ni una concesión publicitaria, uno de los secretos del 2000 GT era su cuidada aerodinámica, la cual exhibía un Cx de 0.30, una cota extraordinaria para la época.  Esta cualidad le proporcionaba  una envidiable estabilidad  a altas velocidades.

La mecánica encargada de hacer realidad la promesa visual del 200GT  era un motor de seis cilindros en línea, el mismo que montaba la berlina Crown 2.3, el cual originalmente apenas superaba los 110 CV.  Sin embargo, Toyota encargó a Yamaha una nueva tapa para el block de este motor, capaz de alojar doble árbol de levas y así poder utilizar dos válvulas por cilindro.  Esta configuración –hoy día muy común- era poco usual en ese entonces, y mejoró exponencialmente la ”respiración“ del motor, llevando la potencia máxima hasta los 150 CV.  La transmisión manual, de cinco cambios, provenía de un camión Toyota, razón por la que resultaba algo ruidosa e imprecisa, siendo, tal vez, el aspecto menos logrado del GT 2000.

Sin embargo, párrafo aparte merece la nueva dirección de tipo cremallera –la primera que desarrolló y produjo Toyota- muy rápida y precisa,  capaz de endurecerse al paso por curvas a altas velocidades, logrando una conducción muy agradable aún en carreteas exigentes. Los frenos de disco, eran japoneses, Sumitomo, aunque con licencia Dunlop, y ofrecían unas generosas dimensiones de 280 mm. Las llantas eran todo un lujo, fabricadas en magnesio, eran de 15 pulgadas y montaban unas gomas de 165 HR. 

Las potencialidades de este coche fueron apreciadas incluso por el cine, y es conocido el hecho de su protagonismo en la película de James Bond ”Solo se vive dos veces“.  Es curiosa la historia de que el actor Sean Connery –para muchos el mejor 007 de la historia- no cabía en el GT2000, por su altura.  Toyota modificó entonces el 2000GT y entregó la única unidad convertible producida, toda una rareza, sin jamás intentar producirla en serie para aprovechar el boom publicitario del filme.   A pesar de todas sus virtudes, el Toyota 2000 GT no tuvo un gran éxito comercial, y apenas se fabricaron 356 unidades, de ellas solo 82 con el volante a la izquierda.   Esto lo potencia al máximo su condición de vehículo coleccionable y su valor actual, el cual los expertos fijan por encima del medio millón de dólares. Pero esa ya es otra historia.

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Jorge Esténger Wong