La tierra, tal como la conocemos, ha sido modelada constantemente por el hombre, única especie animal superior a todas las demás. Estamos habituados a creer que somos los amos de la tierra y todo lo que en ella suceda es por nuestra intervención, mas no siempre ha sido así.
El petróleo, esa mezcla viscosa de compuestos orgánicos, fundamentalmente hidrocarburos, se ha creado por millones de años en el interior de la tierra o mejor dicho, en algunos lugares de ella. Es así como el planeta ha decidido por sí mismo geográficamente a quiénes beneficiar con sus riquezas. Hace 300 millones de años se comenzaron a acumular capas de criaturas muertas y sal, en capas sucesivas, que con la presión del peso de las capas superiores fue convirtiéndose en lo que hoy conocemos como petróleo.
Formado principalmente por hidrocarburos, compuestos de hidrógeno y carbono, mayormente parafinas, naftenos, aromáticos, metano. El petróleo surgió por primera vez en lugares como Azerbaiyán donde los montículos de barro que semejan jacuzzis naturales de lodo puro, emanaban gases. Se sabe que egipcios, babilonios y asirios le daban uso medicinal a este aceite negro que surgía del suelo y hasta lo han usado para darse baños en el viscoso líquido.
Para que el petróleo se produzca tienen que conjugar una serie de factores, un tipo de piedra que lo contenga más otro tipo de piedra tipo salino que le permita al líquido negro circular y además que se agriete con facilidad para permitirle ascender por las diferentes capas terrestres, aflorar a la superficie. Por esta razón no todos los territorios humanos tienen petróleo, la tierra misma ha decidido de esta forma, a quiénes otorgarle más riquezas que a otros, por la formación ocasional del petróleo y su afloramiento en algunas regiones. Los geólogos, en busca de petróleo, buscan escapes de gases, y también sal, donde hay sal, posiblemente haya petróleo.
En el siglo XIX los norteamericanos comenzaron a estudiar las propiedades del aceite negro, para otros fines, y ahí se descubrió el uso actual que le damos al oro negro, aunque fue en Azerbaiyán donde primero se explotó el petróleo que hoy usamos. El petróleo es insoluble en agua con lo cual resulta un contaminante poderoso, los derrames de hidrocarburos son una amenaza para la fauna de un lugar, y la combustión de sus derivados expulsa CO2 y otros contaminantes, que amenazan con un cambio climático desfavorable al planeta y la vida.
El petróleo y sus derivados son la fuente de energía hoy usada por el hombre, no concebimos ningún medio de transporte sin petróleo, mas todo esto está a solo un paso de cambiar, el momento de usar otros tipos de energía para mover nuestros vehículos ya asoma por la puerta, la misma por la que diremos adiós al oro negro y el predominio de algunas naciones productoras de él.