Marcas hoy olvidadas movieron a miles de personas, y kilogramos, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Existe toda una diversidad de vehículos comerciales e industriales, cuya historia no es tan publicitada. Pocas conjugan la producción de automóviles convencionales de pasajeros y vehículos industriales para manipular cargas y mercancías. Esta interesante cualidad la encontramos en nuestro protagonista de hoy: la española PTV, surgida en los años cincuenta, y que resultaría la base de los hoy mundialmente conocidos vehículos industriales, volquetes y montacargas, AUSA. Veamos.
En 1950 los hermanos Tachó producían –y vendían- un automóvil con su nombre como marca y al cual denominaron Ballena. Tres años más tarde produjeron otro modelo, El Coca, que sería la base de su principal producto: los mini-autos PTV. Así, el 4 de mayo de 1956 se fundó la empresa de Automóviles Utilitarios, S.A –de siglas AUSA- encargada de producir los mini autos PTV, los cuales llegaron a ser bastante conocidos en España, en ese entonces.
El primer modelo presentado fue el PTV 250 de 1956. Era un bonito descapotable de 2 plazas, el cual contaba con un motor trasero, mono-cilíndrico, de 250 cc y apenas con una potencia de 11 CV que, sin embargo, era capaz de alcanzar los 75 km/h. Se fabricaron dos versiones de este modelo y con una diferencia muy radical: con y sin puertas. En total salieron de la línea de montaje 1100 unidades hasta 1961, suficientes pata ubicar a los PTV como el cuarto mini-auto de más producción de España, tras el Biscúter, el Goggomobil y la Isetta. Los precios oscilaban entre las 44.500 y las 55.000 pesetas de la época, la unidad monetaria existente en España en ese entonces, cuando el Euro no era siquiera un sueño (o una pesadilla). Se comercializaron en toda España e incluso algunas unidades fueron exportadas a la vecina Portugal.
Además, en base al PTV 250 se fabricaron 45 vehículos comerciales entre los años 1959 y 1961. Disponían de poca capacidad de carga al llevar el motor trasero, y resultaban algo lentos y torpes. Pero tuvieron una importancia estratégica vital para la empresa. Gracias a esta rama de producción se realizó un prototipo, con motor delantero, que durante varios años fue utilizado en AUSA como vehículo de mover partes, piezas e insumos. Allí el simpático carrito resultó de gran utilidad y terminó siendo la simiente para llegar a la decisión de producir los hoy famosos Dumper. Gracias a ello, AUSA se convirtió en el líder mundial de ese sector y en el de los montacargas de menos de 3 toneladas de capacidad. Casi nada, ¿verdad?