Autos destruidos por Huracanes: una triste realidad

Creado: Dom, 15/03/2015 - 10:08
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Autos destruidos por Huracanes: una triste realidad

No hay fuerza más destructiva que la naturaleza. Año con año, los huracanes ocasionan daños a todo tipo de propiedades y bienes materiales, y no es sorpresa que cada vez se encuentren más vehículos con daños por inundación en las ventas de autos accidentados y recuperados.

México no es la excepción


Cada año, tanto en México como en el resto del mundo, se registran pérdidas millonarias por causa de estos fenómenos meteorológicos.

La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros estimó que los daños ocasionados por el Huracán Odile en el estado mexicano de Baja California Sur fueron de 12mil millones de pesos –tres veces más que su antecesor, el Huracán Manuel, en Septiembre de 2013.

Las zonas afectadas sufren todo tipo de pérdidas materiales, y el daño a vehículos automotores en estos lugares es lamentablemente inevitable.

¿Dónde Poner Todos Esos Autos?

Un desastre natural de esta magnitud puede resultar en miles de automóviles dañados, muchos de los cuales tendrán que ser completamente reemplazados por las aseguradoras. Afortunadamente, las aseguradoras pueden vender los vehículos dañados por una fracción del costo original, para que un nuevo dueño pueda repararlos y ponerlos nuevamente en circulación.

Pero, ¿qué sucede con todos esos coches? ¿Dónde se pueden ubicar todos esos vehículos que necesitan un nuevo dueño?

Después del paso del Huracán Sandy (el cual algunos llamaron ”Supertormenta“) por Estados Unidos, decenas de miles de automóviles –que fueron adquiridos por Insurance Auto Auctions Inc (IAA) – fueron llevados al aeropuerto de Calverton, en Long Island, para su almacenamiento mientras se encontraba algún comprador por medio de Internet.

La acción tomada por IAA en Calverton sin duda inspiró a las aseguradoras mexicanas. Cuando Odile golpeó las costas mexicanas en Septiembre del 2014, las aseguradoras consideraron trasladar los vehículos dañados desde Baja California Sur a Mazatlán y Culiacán, en el estado de Sinaloa, para ser reparados, ya que la infraestructura para hacer válidas las pólizas de los asegurados había colapsado en el lugar del desastre.

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