Barcos fantasmas a la deriva, El Holandés Errante

Creado: Dom, 05/03/2017 - 18:48
Créditos
Ana París
Barcos fantasmas a la deriva, El Holandés Errante

Atravesando los mares, fantasmagóricamente, cargado de gritos y misterio, The Flying Dutchman (El Holandés Errante) cuentan esas leyendas que no podemos probar, ya que la imaginación humana traspasa los anales de lo probable, de lo documentado, gracias a esa insaciable imaginación hemos llegado hasta el espacio, y creado tecnologías que convertirán al siglo XXI en el más revolucionario de todos los que hemos vivido hasta ahora. ¿Cómo es posible que aún hoy creemos en El Holandés? y ¿por qué no? Acá va la historia, verídica o no, pero fascinante sin lugar a dudas.
 
El hombre navega casi desde que tiene memoria, e inventa historias que tienen base en hazañas verídicas, solo que al ir de boca en boca van ganando adornos y filigranas.

Cerca del cabo de Buena Esperanza, en el siglo XVII, avistando una tormenta, los pasajeros y tripulantes pidieron al capitán del barco que regresara a puerto seguro, este se negó y ante la réplica de un marinero lo abalanzó por la borda, se dice que obligó a sus marineros a atarse a sus puestos y que el mismo se ató al timón con cánticos a Satanás, por ello se dice que es un barco maldito por el pacto diabólico de su conductor.

Los que aseguran haberlo visto indican que El Holandés envía tormentas y malos vientos a los barcos cercanos, que sus pocos sobrevivientes se salvaron de milagro solo para contarlo. Son innumerables las novelas que se han escrito basadas en su historia, y también los relatos de avistamientos. Uno de ellos, el barco Baccante, en 1881, escribió en su bitácora: A las cuatro de la mañana El Holandés Errante pasó por delante nuestro, una extraña luz roja de barco fantasma lo rodeaba, el vigía del castillo de proa, el guardiamarina, y el oficial de guardia lo vieron, la noche estaba clara y el mar en calma.

Onelio Jorge Cardoso, en su cuento El caballo de coral, decía que el hombre tiene dos hambres, la de comer, y la de la imaginación. La realidad supera la ficción y ¿algunos de estos avistamientos son reales?

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Ana París