Desde el lanzamiento de su actual generación en 2012 hacía tiempo que el popular Escarabajo de Volkswagen no recibía remozamiento alguno, así que el fabricante alemán decidiera insuflarle ahora un nuevo aire con este facelift que abarca a toda la gama.
Se trata más que nada de algunos retoques estéticos que parten de los parachoques rediseñados, pilotos LED traseros con el fondo oscurecido y nuevas llantas de aleación de 17 y 18 pulgadas.
Aunque el equipamiento también suma novedades y se reestructura con los niveles Base, Design, Allsat, Denim, R-Line y Exclusive, que amplían al mismo tiempo la paleta de colores para la carrocería al incorporar el verde ‘Bottle Metallic’ y el blanco ‘Silver Metallic’. Mientras, en el interior la mutación más destacable pasa por la iluminación del panel de instrumentos y elementos decorativos que realzan el colorido y la capacidad de personalización ya clásica en el Beetle.
Lo que sí mantiene inalterada el renovado modelo es su oferta mecánica, pues como dirían en Volkswagen para qué cambiar lo que bien anda.
Sus clientes podrán optar, por tanto, por los consabidos motores de gasolina TSI con un abanico de potencias entre los 105 y 220 CV, mientras en el apartado diésel sigue contando con los TDI 2.0 de 110 y 150 CV, con una caja de cambios manual de seis velocidades o automática DSG de siete, en función del propulsor elegido.
Y eso, sin que los precios de esta versión 2017 trepen apenas, dado que en Alemania arrancarán en los 18 375 euros.