Así es, la marca bávara BMW presentó en el concurso Elegancia Villa d’Este un prototipo que nos lleva al pasado y nos trae al futuro. El BMW 328 Hommage nos regresa a 1936, cuando el BMW 328 sorprendió al mundo con un deportivo de chasis tubular y un motor de seis cilindros en línea y 2.0 litros de desplazamiento que genera 130 CV, todo un prodigio para la época que ganó la Mille Miglia en 1938. Ahora, el BMW 328 Hommage vino para rememorar lo que hizo la marca hace 75 años, pero poniendo en él mucho modernismo.
El modelo está fabricado de fibra de carbono y aunque nos hace recordar la versión de los treinta, las líneas son futuristas, con un toque aerodinámico que marcará pauta en su eficiencia. Además de la fibra de carbono, se utilizaron materiales ligeros como el aluminio y el magnesio. De ese modo, el peso final del BMW 328 Hommage no sobrepasa los 780 kg.
Para recordar en serio al BMW 328, también lo mueve un motor de seis cilindros en línea. Pero esta vez la cilindrada aumentó hasta los 3.0 litros y aunque no tenemos los datos de rendimiento del propulsor, de seguro llevará mucha actualidad que garantice una cuantiosa potencia.
Para no perder la originalidad y no pasar de modernista el BMW 328 Hommage tiene en el panel de instrumentos un único reloj. Pero este lleva dentro y expone mucha información: temperatura del agua, presión de aceite y revoluciones del motor. La actualidad se manifiesta en el salpicadero, frente al pasajero, donde se colocaron dos iPhone que funcionan indistintamente como cronómetros o GPS.