Cadillac, ¡lujo y ventanillas autómatas en 1949!

Creado: Sáb, 17/10/2015 - 11:56
Créditos
Jorge Esténger Wong
Cadillac, ¡lujo y ventanillas autómatas en 1949!

En la justa mitad del siglo XX, Cadillac era una marca invencible. Los pedidos eran infinitos y, sencillamente, exterminó a la competencia. ¿Fue solo el resultado del enorme poderío económico de General Motors? ¿Qué ofrecía un Cadillac de los cincuenta? ¿Eran acaso mejores que la ”realeza“ inglesa de Rolls, Bentley y Jaguar? Acompáñenos, hoy nos montamos en un Cadillac Fleetwood 60 de 1949.

Sin dudas, GMC era megapoderosa a la salida de la Guerra. Nada simbolizaba tanto a los Estados Unidos de la época como la Coca Cola y Cadillac, y solo la segunda tenía ruedas. En esa marca puso la compañía sus mayores recursos: quería resultados y los tuvo. Los mejores diseñadores y todo el peso de la tecnología obtenida de la industria de guerra. Así, llegó el muy necesario motor V8, el cual le permitió una superior calidad de marcha, por su funcionamiento de gran suavidad.  Así, esta máquina permitió acceder a otro nivel de potencia, llegando los Cadillac Fleetwood 60 a ofrecer 160 CV a 3 800 rpm, válidos para hacerlos rodar hasta 157 km/h.

La buena marcha de este motor se unía al excelente desempeño de la transmisión automática Hydra-Matic, la cual era posible obtener por unos 174 USD extras, sin dudas todo un lujazo para la época. Las opciones de accesorios eran numerosas para aquel entonces, destacando la pizarra de lectura horizontal y ventanillas que mandaban al olvido a las manivelas, siendo opinión de algunos entendidos que eran eléctricas y otros afirman que hidráulicas.  Además, el Fleetwood 60 disponía de radio y antena, luces antiniebla –los hoy tan populares ”neblineros“– y un sistema de calefacción y ventilación, que aún no llegaba el aire acondicionado a los autos.

La producción de este bello automóvil alcanzó un poco más de 11 mil unidades, todas sedanes de cuatro puertas, excepto un vehículo que salió de la fábrica como un coupe de dos puertas, toda una súper-rareza sobre la que volveremos algún día. El precio de fábrica era –suspiren señores– de unos 3 800 USD de entonces. Se vendieron sin pestañar. Fue un año excelente para la marca, en el cual produjo su auto 1 millón, salido de la planta el 25 de noviembre de 1949. Los rivales ingleses no podían cruzar el Atlántico, renacer de las cenizas aún les llevaría algún tiempo y esa, ya sería otra historia.

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Jorge Esténger Wong