Hace dos años llegó el momento que todos los ‘tifosi’ esperaban desde el desembarco de Ducati en la máxima categoría de MotoGP en 2003, el mejor piloto italiano iba a ser parte de la firma de Bolonia. Valentino Rossi estaba tan ilusionado como sus fans y llegaba con el entusiasmo de repetir lo que había hecho con Yamaha.
Sin embargo, esta vez la historia no ha tenido un final feliz, como el que trazó el propio Rossi en su despedida de la M1. El piloto de Tavullia había cambiado en 2003 Honda por Yamaha, que tenía una moto bastante inferior en ese entonces. Valentino ganó cuatro mundiales en siete años y se despidió de la moto japonesa con una carta manuscrita en la que daba por concluida su labor de ‘padre’ de la moto campeona.
Ducati y Valentino empezaron su relación con inmejorables intenciones: la firma italiana deseaba escuchar lo que tenía que decir ‘Il dottore’ sobre la Demosedici, para pulir cada detalle y darle una moto campeona; Rossi prometía domar una máquina que había fagocitado a muchos de los pilotos que se habían subido en ella. Ni los más pesimistas esperaban que Rossi no acabase ganando una sola carrea.
La primera temporada no pudo más aciaga. En 2011 terminó séptimo en el mundial con un único podio en todo el año. El de Tavulina no solo no logró vencer en ningún gran premio, cosa que había hecho hasta en al menos dos ocasiones todas temporadas de la máxima categoría, sino que rodo casi todo el año en posiciones lejanas a la cabeza de carrera.
Solo en la temporada de su debut había terminado por detrás de la séptima posición, pero en aquel 1996 sí que ganó una carrera.La ruptura entre Ducati y Valentino se empezó a fraguar desde la primera carrera de este año en Catar. Rossi acabó décimo y estalló contra la firma: ”En Ducati no han seguido el camino que yo les dije, no soy ingeniero y no puedo resolver los problemas… no me voy a jugar la vida por quedar sexto“ declaró.
Aunque Filippo Preziosi intentó asumir toda la responsabilidad, declarándose culpable del pobre rendimiento de la Desmosedici, la situación ya era imposible de reconducir. El piloto italiano menospreciaba a su moto y se mostraba desganado: ”He pensado en acabar la carrera y volver al box, no lo he hecho por respeto a mis mecánicos“ llegó a declarar.
En el mismo sentido iba las declaraciones públicas de Ducati, no entendían como Barberá y Hayden podían pelearse toda una carrera con una Honda y un campeón de mundo como ‘Il dottore’ no podía sacarle más rendimiento. ”La moto no puede ir tan mal, otra cosa es que Valentino no se entienda con ella“ declaraban desde la firma de Bolonia. Las suspicacias de Ducati hacia el desempeño de Rossi, dejaban entrever que las dos partes deseaban dejar expirar el contrato que les unía hasta el final de este año.
En agosto, con media temporada aún por disputar, Yamaha confirmó que había llegado a un acuerdo con Valentino Rossi. El italiano revivirá duelo con Lorenzo la próxima temporada después de la tensa relación que mantuvieron en su anterior etapa.
En su última carrera con Ducati, disputada en el Circuto Ricardo Tormo de Valencia, concluyó en una discreta décima posición. Después de unas buenas primeras vueltas sobre mojado en las que rozó el segundo puesto, el cambio de moto le devolvió a la que ha sido su realidad esta temporada, los puestos intermedios de la carrera, hasta que a falta de 13 vueltas para finalizar la carrera fue doblado por el ganador en Cheste, Dani Pedrosa.