Fue construida para hacer el trabajo fuerte y no para llamar la atención, ni lucir bonita: carrocería corrugada a canaletas, una protuberancia cuadrada hacía las veces de frente, y el doble chevron invertido de Citroën dominando la parrilla frontal. Todo esto pintado en gris oscuro y se tiene una apariencia triste, casi lúgubre.
Citroën fue de esas marcas con diseños comprometidos, a veces estrafalarios. Sin embargo, la serie H de Citroën, caracterizó a Francia en el sector del vehículo industrial. Es poco conocido, pero fue la furgoneta H el primer vehículo totalmente nuevo, lanzado por Citroën tras la Segunda Guerra Mundial, algo muy lógico si pensamos en las enormes necesidades existentes.
Un poco de Historia.
Tiene su antecesor en la furgoneta Citroën TUB (TractionUtilitaireBasse), de 1938, la cual fue pionera en colocar al conductor por delante del eje delantero y así aprovechar al máximo el espacio de carga.
En la clandestinidad, bajo la ocupación, André Lefebre, jefe de ingeniería de Citroën, y responsable de los principales modelos de la marca, encargó el estudio de la que sería la futura furgoneta H, pensada como una prioridad para la reconstrucción de Francia. Dos modelos aportaron componentes: el motor del 11CV, y las suspensiones, caja de tres cambios y hasta parte de los interiores del 15 CV.
Se priorizó un piso bajo para facilitar la carga y descarga, y una altura generosa del techo. En sus 34 años de producción mantuvo puertas ”suicidas“ para los ocupantes; pero para acceder al espacio de carga, se abría por detrás en tres partes.
La característica lámina corrugada de acero que la identificaría, era económica y abundante en esos tiempos, adicionando además rigidez al conjunto. El empleo de la tracción delantera –del cual Citroën es pionera- permitió su baja altura y su piso plano. Sus primeras plantas motrices fueron de 1.680 cc y de 1.911 cc, mientras las capacidades iniciales de carga fueron de 850 y de 1.600 kilos.En el caso de transporte de pasajeros, podía llevar hasta 27 ocupantes, en diferentes configuraciones.
Desde su lanzamiento tuvo la motorización de 4 cilindros del 11CV que desarrollaba 50 CV, frenos hidráulicos de tambor, dirección de piñón y cremallera, y suspensión de barras de torsión, con cuatro amortiguadores delanteros y dos traseros. Su velocidad máxima era de 78 km/h, con un consumo de 13 lts/100 km.
En diciembre de 1981, finaliza para siempre la producción de la línea H.