A pesar de la crisis vivida por el sector automovilístico en los últimos tiempos, el grupo Daimler no le ha puesto pegas jamás al gasto en investigación e innovación, sino más bien todo lo contrario. Como demuestra que haya acabado de estrenar el simulador más avanzado de la industria, dentro del proceso de ampliación del Centro Tecnológico de Mercedes-Benz, en la ciudad alemana de Sindelfingen.
De hecho, la prueba definitiva es que el consorcio germano ha invertido 160 millones de euros durante el último lustro para construir esta nueva instalación, que le permitirá reducir los tiempos de desarrollo de los nuevos modelos, así como potenciar la perfección en sus vehículos y la competitividad de la marca.
Como explicó el responsable de Investigación y Jefe de Desarrollo del grupo, Thomas Weber: ”El nuevo simulador de conducción nos permite reproducir maniobras sumamente dinámicas como los cambios de carril más realistas e investigar el comportamiento de conductor y vehículo en marcha de modo más preciso“.
Con una pantalla de 360 grados y un sistema eléctrico de raíles transversales de 12 metros, su funcionamiento es muy sencillo y aún es capaz de brindar un altísimo grado de realismo, por lo que permite probar los futuros sistemas y componentes de Mercedes en cualquier fase del desarrollo del coche, proporcionándoles a diseñadores e ingenieros la posibilidad de rodar sus obras sin necesidad de que salgan del garaje.
Así pues, la corporación teutona no se equivoca: esta nueva herramienta tecnológica supone otra de sus inversiones estratégicas, para asegurar el liderazgo en materia de seguridad, industria e innovación.