DB2, el renacer de Aston Martin

Creado: Dom, 03/05/2015 - 15:03
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Jorge Esténger Wong
DB2, el renacer de Aston Martin

Antes de ser los preferidos del elitista agente James Bond para ser su ”auto 007“, antes de quedar registrado como un icono de la industria británica por décadas, el modelo DB2 de Aston Martin marcó un punto de giro en la historia de la marca. Veamos por qué.

Como su nomenclatura sugiere, el DB2 vino al rescate del Aston Martin DB1 2-litre Sports. Su planteamiento más contundente era ”todo más grande y mejor“. Sus dimensiones crecieron significativamente, resolviendo lo angosto que resultaba el modelo anterior. Para complementar se produce un salto importante en el motor, pues se desecha el anterior cuatro en línea de un solo árbol de levas y se coloca un poderoso ”seis“. Este motor era el protagonista del DB2, con una concepción de avanzada ya incorporaba doble árbol de levas, el DOHC tan común en nuestros días y tenía 2.6 L de desplazamiento, gracias a todo lo cual entregaba 105 CV a 500 rpm. Poseedor de una imagen subyugante el auto fue concebido como un coupe de techo duro, pero una versión descapotable se añadió a la oferta y llegó a lograr el 25 % de las ventas totales del modelo, una cota alta para este tipo de vehículos.

En verdad, aunque el DB2 es un modelo lanzado en 1950, su primera presentación fue en la competición de las 24 horas de Le Mans de 1949. Este primer prototipo estaba basado en el chasis Superleggera de Claude Hill, creado para el DB1. El motor de seis cilindros, provenía de Lagonda, compañía que Aston Martin adquirió prácticamente por él. Este motor fue diseñado originalmente por Walter Owen Bentley, fundador homónimo de la empresa de automóviles Bentley, y por el ingeniero William Watson, co-diseñador de los reconocidos motores V12 de Lagonda.
 
El DB2 de producción fue presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York, en abril de 1950. A pesar de que la demanda era alta, los modelos segundo, tercero y cuarto del DB2 fueron producidos para competir en Le Mans en 1950, en una estrategia encaminada a reforzar el prestigio de la marca para después recoger los frutos. Dos quedaron en primera y segunda posición aquel año en la categoría, y los tres siguieron corriendo hasta 1951. Su éxito trajo fama a la renaciente empresa de David Brown, y convenció a la compañía para iniciar una serie de modelos construidos especialmente para carreras, comenzando por el DB3. Pero esa ya sería otra historia, el éxito del DB2 estaba asegurado.

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Jorge Esténger Wong