De Lorean: escándalo y fama en un fracaso épico

Creado: Dom, 05/08/2012 - 22:24
Créditos
Jorge Esténger
De Lorean: escándalo y fama en un fracaso épico

Muchos de los fracasos más famosos de la historia del automóvil han sido vehículos técnicamente novedosos –hasta innovadores– y de calidad al menos común. Jhon De Lorean fue un fabricante que empujó los límites hasta el infinito en su afán de ver triunfar su sueño y pagó las consecuencias, un caso algo similar al de Tucker. Veamos.

Jhon De Lorean fundó, en 1975,la De Lorean Motor Company (DMC). Para lograr financiamiento buscó acercarse a gobiernos en cuyos países existieran problemas de desempleo y, luego de varios tropiezos, finalmente la planta se construyó en Irlanda del Norte. Este pudo ser el origen de algunos de los problemas de calidad que luego se le achacarían a los automóviles, pues los obreros eran inexpertos. El comienzo de la producción estuvo previsto para 1979, pero retrasos de ingeniería y problemas en el presupuesto lo retrasaron hasta principios de 1981.

Se había previsto vender unas 40 000 unidades anuales del DMC-12, el único modelo jamás producido, a un precio que rondaba los 10 500.00 USD de la época, pero los repetidos problemas de inexperiencia de los obreros y lo complicado de algunos componentes de la carrocería, hicieron imposible alcanzar esa cifra. Así, el precio de venta del De Lorean llegó hasta los 25 000.00 USD y esa cifra, con los problemas de calidad rebotando unidades a los dealers, era sencillamente, imposible. Para el segundo año de producción las ventas del automóvil, producido en Irlanda del Norte con miras al mercado americano, apenas alcanzaron las 5 474 unidades, algo lapidario. En efecto, con millones de dólares comprometidos y 2 500 trabajadores contratados, Jhon De Lorean se encontraba desesperado, al borde del abismo y, como tantos en la historia, dio un paso más.

En octubre de 1982, buscando financiación, John De Lorean fue arrestado por cargos de tráfico de drogas. En un intento desesperado de obtener los fondos necesarios para la supervivencia de la empresa, John De Lorean había sido filmado aceptando dinero para formar parte del tráfico de drogas y fue llevado a juicio. Aunque más tarde fue absuelto de los cargos en su contra, tras descubrirse que había caído en una trampa, la De Lorean Motor Company entró en quiebra y no pudo recuperarse.

El vehículo:

El diseño de la carrocería del DMC-12 es un producto del diseñador de Italdesign, Giorgetto Giugiaro.Toda ella está construida en acero inoxidable SS304, lo cual hacía afirmar que cualquier arañazo desaparecía con solo pasar un paño. Era propulsado por un motor PRV V6 que fue desarrollado conjuntamente por las marcas Peugeot, Renault y Volvo, y equipado con un sistema de inyección de combustible Bosch K-Jetronic. En un inicio se había previsto una potencia de 200 CV para el motor del DMC-12, pero el PRV solo pudo llegar hasta los 170 CV. Además, las regulaciones a las emisiones de CO2 en los Estados Unidos requirieron que partes tales como convertidores catalíticos, estuviesen montadas en el vehículo antes de ser vendido en ese país. Esto provocó una caída de potencia de unos 40 CV, dejando en 130 CV la potencia disponible.  Con ella, el DMC-12 alcanzaba una velocidad máxima de 209 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de unos 8.8 s (esta cifra sería rectificada a 10.5 s por la revista Road & Track). Cuando esto se combinó con los cambios forzados al sistema de la suspensión del vehículo, las versiones para los Estados Unidos fueron vistas como decepcionantes. Las pérdidas estimadas en todo el proyecto son de unos 197 millones de dólares de la época.

La fama tardía:

El De Lorean DMC-12, sin embargo, estaba destinado a convertirse en un ícono para los fans al séptimo arte. Utilizado por el excéntrico científico "Doc" Emmett Brown en la conocida trilogía de Regreso al Futuro –también conocida como Volver al Futuro– como el automóvil transformado en máquina del tiempo, el auto es hoy objeto de culto de muchos seguidores de esta trama.

El empresario de Estados Unidos Stephen Wynne es el actual propietario de la De Lorean Motor Company.

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Jorge Esténger