Con un nombre que nos recuerda a una bestia Jurásica, la nueva entrega de Henessey propone una interesante transformación sobre la popular Serie F de Ford. ¿Cuáles son sus características? ¿Cuánto cambia su apariencia? ¿Cuál su posible precio? Excelencia les cuenta todos los detalles tras el salto.
Llevar la camioneta F-250 a un SUV –como llaman los estadounidenses a los vehículos todoterrenos comerciales– es un reto digno de Hennessey, el resultado: único. Para lograr el F-250 VelociRaptor SUV, la compañía realizó importantes modificaciones en la carrocería y añadió nuevos motores, hasta convertirlo en una sofisticada bestia que impacta desde el primer vistazo.
Mecánicamente se ofrece con dos opciones. El primero, un motor V8 de 6.2 L de desplazamiento, el cual entrega 650 caballos de potencia máxima. Este incremento –en la versión de serie este motor llega hasta los 411 CV– se logra gracias al empleo de un compresor volumétrico y algunas modificaciones menores. La segunda opción es un diesel de 6.7 L PowerStroke, con una rentable potencia de 446 CV.
Los grandes cambios, sin dudas, están en el exterior. Allí, el equipo de Hennessey aportó grandes cambios para lograr un marcado carácter off-road. Ahora el techo se extiende hasta el final, cubriendo la antigua zona de carga con dos grandes ventanales laterales y un portón de doble hoja con luneta independiente en una pieza en la parte trasera. Además, ofrece ruedas de 18 pulgadas cubiertas con neumáticos todoterreno y una suspensión elevada. En el frontal y en la zaga equipa parachoques de calibre industrial, con un ”winch“ incluido en la parte delantera del coche. Lo más novedoso, es la incorporación en su interior de una tercera fila de asientos que permite que la configuración sea para siete u ocho pasajeros dependiendo si la segunda fila se utiliza como banco corrido o dos asientos individuales.
Para adquirir una de estas bestias jurásicas del Siglo XXI sus potenciales compradores deberán estar dispuestos a desembolsar una cifra que rondará los 160 000.00 USD, pudiendo ser mayor acorde a los extra que decidan incorporar. El tiempo de espera de una orden se calcula en unos seis meses.