Diésel… a partir de bacterias

Creado: Dom, 28/04/2013 - 19:31
Créditos
Ariel B. Coya
Diésel… a partir de bacterias

En pos de fuentes alternativas de combustible, un equipo de investigadores de la Universidad de Exeter, en Devon (Reino Unido), ha desarrollado con el apoyo de Shell un método para hacer que las bacterias produzcan diésel.

Pues sí. Aunque pueda sonar a ciencia ficción, la investigación, que ha publicado sus resultados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), modificó genéticamente una cepa de la bacteria Escherichia coli (más conocida como E. coli) que se alimenta de azúcar y la transforma en grasa, para que siguiendo el mismo proceso, excrete diesel.

De tal suerte que el gasóleo producido es prácticamente igual que el refinado, por lo que no necesitaría ser mezclado con productos derivados del petróleo como sucede con biocombustibles fabricados a partir del aceite de plantas como la palma o la soja, que además solo funcionan en los motores actuales en mezclas relativamente pequeñas (de un 5 o 10%).

De momento, es impensable que este hallazgo solucione ni mucho menos la dependencia del combustible fósil que aqueja al mundo, y especialmente al sector automotriz, dado el ingente volumen de bacterias que se requieren para crear apenas unos centilitros de diesel. Pero no es de extrañar que, paso a paso, el proyecto madure, pues ”la demanda energética mundial va en aumento y un combustible independiente tanto de las fluctuaciones de los precios mundiales del petróleo y de la inestabilidad política es una perspectiva cada vez más atractiva“, según afirmó el profesor de Biociencias de la citada universidad John Love.

Los científicos de Exeter, además, andan trabajando también en bacterias que puedan convertir residuos humanos y animales —excrementos y basura orgánica en general— en diesel para lidiar doblemente con la contaminación ambiental. Y parece que en su empeño tienen todo el apoyo de Shell, a tenor de lo declarado por el responsable de Proyectos y Tecnología de la firma anglo-neerlandesa, Rob Lee: ”Esperamos que la exploración de este nuevo método de creación de biocombustibles, junto con otras tecnologías existentes, nos pueda ayudar a afrontar los retos de limitar el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, mientras que paralelamente, pueda responder a la creciente necesidad mundial de combustibles para el transporte“.

Créditos
Ariel B. Coya