Existe la creencia de que una especie tan desagradable como la cucaracha es indestructible y, por tanto, capaz de eternizarse sobre la faz de la tierra. En Volkswagen se encargan de mejorar esta nota y su histórico modelo Escarabajo parece destinado a desbancar al insufrible insecto, la presentación del prototipo Dune eleva aún más las posibilidades del modelo. Veamos los detalles.
El Escarabajo (Beetle) no es un modelo cualquiera, ni en su versión original, ni en su reaparición como New Beetle, hace ya más de una década. En verdad, hubo una época en que el Beetle era Volkswagen, y los alemanes jamás han descuidado esta premisa. Por eso, cada modificación hecha ha disfrutado de todo el mimo del gigante alemán. Ahora el prototipo Dune lo acerca al cross-over, con posibilidades reales de llegar a la producción en serie. Para nosotros, la intención es dotar al Beetle de alguna capacidad para circular fuera del asfalto, aunque Volkswagen asegura que el Dune «cuenta con el potencial para ser la versión deportiva del Beetle».
Además del nombre Dune, la configuración del prototipo parece encaminada a la primera opción, pues tiene una mayor altura - 50 mm más alto que un Beetle de producción- aunque también es 12 mm más largo y 48 mm más ancho. El alerón del techo y el del portón se utilizan, no solo para fines aerodinámicos y estéticos, sino también como soportes para transportar unos esquís. Volkswagen ha elegido para este prototipo, entre su casi infinito arsenal mecánico, un motor de gasolina con inyección directa y sobrealimentación capaz de entregar 210 CV, acoplado a un cambio automático de doble embrague (DSG), y tracción delantera. Otro elemento que contradice las declaraciones de la marca es que las prestaciones del Beetle Dune son ligeramente peores que las del modelo ”convencional“ con el mismo motor: alcanza 227 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, lo cual sí sería compatible con una intención off-road.