La despresurización de una aeronave en vuelo a gran altitud, puede provocar la incapacidad temporal o la muerte de sus ocupantes si no se toman de inmediato medidas correctivas, hay registrados accidentes provocados por esta situación con resultados catastróficos como, por ejemplo, el accidente del vuelo 22 de la línea aérea Helios el 14 de agosto del 2005 cerca de Atenas, Grecia.
Una despresurización lenta puede pasar inadvertida para los ocupantes de una aeronave, la falta de oxígeno provoca un estado de somnolencia inicial hasta alcanzar un nivel de inconsciencia, el tiempo de conciencia útil de una persona luego de un evento de despresurización esta promediado en más o menos 45 segundos según condición física del individuo.
Ante esta situación, la tripulación debe responder iniciando un descenso de emergencia a gran velocidad para alcanzar una altura respirable 12 000 pies (4 000 m), pero si se incapacita la tripulación, entonces el avión se mantendrá volando en el nivel de crucero hasta que se agote su combustible y caiga.
Según informaciones recientes de Flight Global, Airbus ha informado que el A-350-1000 dispondrá de un sistema que permitirá ejecutar un descenso de emergencia completamente automático.
Alain de Zotti, Ingeniero Jefe del A-350, dio a conocer que el sistema permitirá un leve desvió de la ruta del plan de vuelo y abandonar la altitud de crucero comenzando el descenso, si el sistema está activado.
Una vez que se inicia dicha maniobra a alta velocidad, de manera automática notificará al control de tránsito aéreo la acción.
Esta opción estaba siendo considerada por Airbus desde hace algunos años para su instalación en el A-350. El sistema iniciará un descenso sin ayuda, caso que la tripulación falle o no responda a una alerta de precaución, lo que puede ser provocado por la incapacitación por hipoxia de la tripulación en caso de una despresurización.
El sistema permitirá descender la aeronave hasta una altura de 10 000 pies, considerada una altitud segura en caso de un evento de despresurización de la cabina.
Durante el rápido descenso, al entrar en las capas más densas de la atmósfera comienza a incrementarse el nivel de oxígeno en el aire lo que permite devolver a sus ocupantes su estado de conciencia en un tiempo relativamente corto.
Mantenerse de manera automática a una altura respirable de 10 000 pies permite la recuperación de sus ocupantes incluyendo la tripulación y actuar con acciones correctivas (uso de oxígeno adicional) para poder llevar la aeronave a tierra.
Se evalúa no solo equipar el A-350-1000 con este sistema, sino integrarlo al A-350-900 y hacerlo extensivo de manera paulatina a aeronaves ya en servicio.