Se dice que este auto puede revolucionar el mundo automotriz y razón no falta. No es el auto más rápido del mundo, no es el más potente, y no será muy difícil encontrar modelos más bonitos. Sin embargo tiene algo que ningún otro tiene: nos ayudaría en gran medida en salvar el planeta de la brutal contaminación que ya aqueja.
El FCX Clarity es un auto alimentado por hidrógeno, no existirá ningún problema de escasez (que ya tiene el petróleo) porque es el elemento más abundante del universo.
El petróleo que utilizan los autos es uno de los principales contaminantes del planeta, desde hace varios años se han desarrollado combustibles alternativos sin embargo han chocado contra el muro de la autonomía, la performance o el excesivo precio, como en el caso de los autos híbridos o los eléctricos.
Este sedán de cuatro puertas desarrollado por Honda tiene todas las bondades de un auto de su categoría, velocidad promedio y potencia suficiente, buen diseño interior y una vista agradable, pero también tiene emisión cero, lo único que sale del tubo de escape es vapor de agua.
No tiene los grandes problemas que aquejan a casi todos los autos eléctricos: su autonomía es mucho mayor y no necesita estar horas parado para recargarse. Es capaz de generar su propia energía dentro de su célula y logra una autonomía de 434 km, casi lo mismo que un auto gasolinero con el tanque lleno aunque siendo hasta tres veces más eficiente.
Se podrá recargar en estaciones de servicio como cualquier auto común y corriente. Su motor tiene una potencia de 134 HP y un par máximo de 256 Nm. Se planea entregar 200 vehículos para los próximos tres años.
¿Parece un sueño? Hasta hace poco lo era. Sin duda el Honda FCX Clarity, sin ser un brutal superauto puede ser el pionero de la tendencia automotriz del siglo XXI.