El lujo de los autos ZIL

Creado: Lun, 08/02/2010 - 12:10
Créditos
Jorge Esténger Wong
El lujo de los autos ZIL

Hoy empieza a ser lejana la existencia de la Unión Soviética.  Durante la mayor parte de su presencia en el mapa mundial fue protagonista de la Guerra Fría y por ello el foco de la atención siempre fue el tema político. Otras esferas como la industria del automóvil (aunque incipiente existió) quedaron relegadas.  Es probable que pocos conozcan su producción de autos de lujo.

Sin embargo, el primer automóvil viable de lujo Soviético fue ensamblado en Leningrado en 1933 y estaba basado en el Buick norteamericano de 1930.  Resulta que, paradójicamente, la mayoría de la producción de autos de lujo soviéticos fueron versiones de los Buick ”ocho en línea“ creados por Jhon Doltza.  Esta planta original luego fue trasladada a Moscú al dedicarse las instalaciones de Leningrado a incrementar la producción para la Guerra.

De esta fabrica en Moscú saldrían los automóviles ZIL (existieron camiones con la misma marca) de las iniciales rusas de Zavod imjeni Likchaceva.  Fueron autos enormes, exclusivos (con no menos de 8 cilindros) y que pesaban no menos de ¡dos toneladas y media!

En la nueva fábrica el anterior modelo fue desechado y solo se conservaron algunas partes mecánicas para reducir algo los costos.  Un grupo de diseñadores liderados por el Ingeniero A. Vachinski se dieron a la tarea y el resultado fue el ZIS-101 de 1936, cuya producción comenzó en 1937.

El ZIS-101 tenía una apariencia impactante con más de cinco metros de largo total  y un peso de 49.2 cwt.  En el interior un grueso cristal separaba el compartimiento del conductor dando absoluta privacidad a los pasajeros, en el estilo luego tan popularizado por las limusinas occidentales.

El motor para esta mole era un ”ocho cilindros en línea“ alimentado por un carburador de doble cuerpo Marvell.  Tenía sistema de enfriamiento controlado por termostato, cambios sincronizados, amortiguadores de doble acción, calefacción y radio.  Sin dudas estaba al máximo nivel de la época y fueron estas características hasta entonces desconocidas en la Unión Soviética.

El motor sería mejorado con algunos cambios como el empleo de pistones de aluminio en 1940; aumento de la relación de compresión; y se reemplazó el carburador norteamericano por uno propio de tres inyectores y economizador.  Luego de la Guerra la producción de los ZIL continuaría, una segunda generación se desarrolló justo al final de la Segunda Guerra Mundial y estuvo lista en el mismo 1945, sería el máximo exponente de la industria automotriz soviética hasta 1958, pero esa ya será otra historia.

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Jorge Esténger Wong