Tal vez ni la propia Nissan esperaba semejante éxito cuando en 2006 sorprendió a medio mundo presentando el Qashqai, pero ahí está: el pionero de los crossovers se ha convertido en una auténtica mina para la marca japonesa y ya lleva producidas dos millones de unidades en su planta británica de Sunderland.
Ese hito, sin embargo, no se acaba ahí, porque de forma simultánea ha logrado otro, al erigirse en el coche de fabricación inglesa que más rápido alcanza esa cifra por encima de modelos como los MINI, Ford Cortina o Fiesta.
Y tampoco es fruto de un día, ya que Nissan ha invertido más de 534 millones de libras (684 millones de euros al cambio actual) en el diseño, desarrollo y producción del Qashqai en Reino Unido, contando para ello con el inestimable apoyo de los más de 11 000 empleados que tiene en nómina.
Es así que la unidad número dos millones ha resultado ser un modelo N-TEC en color rojo que tendrá por dueño a un cliente inglés para celebrar tal acontecimiento, aunque de los dos millones de Qashqais fabricados en suelo británico un 85% (1 706 633 más exactamente) han sido exportados a medio mundo, desde el Congo hasta Catar.
Igual cabe destacar que hasta la fecha Nissan lleva más de 2,5 millones de ejemplares producidos de este vehículo revolucionario, pues medio millón correspondientes a la primera versión fueron ensamblados en Japón, antes de trasladar íntegramente su producción a la planta de Sunderland, aunque a partir del año próximo Rusia se sumará a la fiesta, con la llegada de su nueva generación a la cadena de montaje de su factoría en San Petersburgo.
A fin de cuentas, no pos gusto estamos hablando de un exitoso modelo, cuyas numerosas virtudes, aunadas a una excelente relación calidad-precio, lo han llevado a convertirse en el rival por excelencia a batir dentro del cada vez más competitivo mercado de los SUVs.