El pasajero de postguerra más ilustre del aeropuerto santiaguero

Creado: Dom, 25/01/2015 - 15:46
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Willy Hierro Allen
El pasajero de postguerra más ilustre del aeropuerto santiaguero

Finalizada la II Guerra Mundial, el viejo aeropuerto santiaguero de San Pedrito vistió sus mejores galas para recibir a un ídolo deportivo de talla internacional, al campeón mundial de boxeo profesional, el norteamericano negro Joe Louis. Una abigarrada multitud de entusiastas rodeaba todas las instalaciones aeroportuarias y se derramaba por las calles de la ciudad en espera de ver al campeón, que venía a boxear.

Era el sábado 5 de marzo de 1949, una aeronave Douglas (DC3) de Cubana de Aviación aterrizó en la pista de San Pedrito, la expectativa era general, se abrió la puerta del avión y descendió por la escalerilla un hombre alto y fornido (tenía 35 años), sonriente y saludando a todos, llegaba para pelear con el campeón cubano de los pesos completos Onelio Agramonte y haría importantes declaraciones.

El corresponsal de la revista norteamericana especializada en boxeo The Ring, describió la llegada de Joe Louis a la capital oriental cubana: ”… ni siquiera Jack Dempsey… tuvo semejante éxito en sus exhibiciones, al alcanzado por Louis… pero en ninguna otra parte ha tenido un recibimiento real como el que se le dispensó aquí en Santiago de Cuba“. Fue algo como ”apoteósico“, según dijo una emisora radial. Luego la gente llenó las más conocidas sociedades locales y la alcancía.
 
Joe Louis, ”el bombardero de Detroit“ estaba en Santiago de Cuba. La gran  pelea pactada con Agramonte, era de mera exhibición y Louis apabulló al cubano en una clase magistral de boxeo. Pero lo escandaloso del tope fue la venta de entradas al estadio Antonio Maceo. Los organizadores pusieron la grada a 1.50 pesos y 5.00 por la silla numerada cerca del cuadrilátero. Tales precios eran inalcanzables para la mayor parte del pueblo, lo cual bien pudo haber provocado un fracaso total del espectáculo.

A las cinco de la tarde y con el estadio casi vacío, los jefes decidieron bajar los precios: primero a 50 centavos, luego a 40 y, más tarde a 20, para al fin dejar entrar gratis a todo el mundo. El coliseo quedó repleto. Después de la pelea, en conferencia de prensa, Joe Louis anunciaba que quería colgar los guantes ¡se retira el campeón mundial! Sin embargo, sus deudas enormes no lo permitieron y perdió la corona en 1950 contra Ezzard Charles.

Todavía hay abuelos que bien recuerdan la visita de Joe Louis a Santiago de Cuba, con pelos y señales porque, a fin de cuentas, en ese momento era el famoso campeón del mundo de boxeo profesional.

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