El Saab 900 Turbo

Creado: Lun, 09/08/2010 - 01:28
Créditos
Jorge Esténger Wong
El Saab 900 Turbo

Haber visto padecer a Saab en la agonía de la subsistencia ha sido doloroso.  Una marca que ha prestigiado la industria desde sus comienzos con vehículos de buena factura y respeto por la tecnología, sin producir autos mediocres.  Su despegue en busca de una presencia de mayor nivel en los mercados automotrices se definió en los años setenta cuando el modelo 900 sentó las bases de su desarrollo posterior.  La máxima expresión de este modelo sería la versión Turbo, que presentamos hoy en nuestra columna.

El 900 Turbo era el buque insignia de Saab en esos años y resultaba un modelo interesante que se inscribía dentro de las innovaciones que se establecían por entonces.  El uso del turbocompresor reaparecía en la industria como una variante efectiva para ofrecer mayor potencia sin recurrir a mayores motores.  Varias marcas emplearon esta variante y recuerdo incluso una versión Turbo en un modelo tan insípido como el Buick Regal de entonces.  Pero a lo nuestro.  Los suecos presentaron el 900 Turbo con el objetivo de llevar este modelo un escalón por encima en cuanto a potencia y prestaciones.  Con su motor de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada el 900 estándar llegaba a reportar 100 CV de potencia máxima, una cifra acorde a esa categoría.

La diferencia del turbo empleado por los suecos radicaba en que su válvula de descarga en lugar de hacer pasar todos los gases de escape por la turbina, comprimirlos y luego evacuar los sobrantes que no fueran ”aspirados“ durante la admisión; los derivaba directamente al escape y solo ”tomaba“ los necesarios para crear una sobrepresión de 0,7 atmosferas.  Gracias a ello se lograba una turbina y compresor menores, lo cual aseguraba menor peso y menor momento de inercia.  Esto último permitía, además, mejorar el tema de la demora en la respuesta del turbo desde el accionamiento del pedal acelerador, pues el motor lograba subir de vueltas mucho más rápido.

El 900 Turbo se ofrecía en carrocería de tres y cinco puertas y tenía una imagen similar al resto de la gama que incluía versiones con uno y dos carburadores; inyección de gasolina y finalmente el Turbo.  Era un automóvil de una imagen sobria y cautivadora que logró los objetivos de Saab, alcanzando una velocidad punta de 190 km/h y un tiempo de 17 segundos para el cuarto de milla.
 

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Jorge Esténger Wong