Tan bien ha rodado el Kodiaq tras su estreno en el pasado Tour de Francia que Skoda ya dio luz verde a la producción de una versión coupé, la más deportiva del gran SUV del fabricante checo que saldría a la venta a finales del 2017.
”El SUV coupé es un derivado maravilloso. Vamos a hacer a la marca aún más emotiva“, aseguró el jefe de Skoda, Bernhard Maier, al confirmar el visto bueno dado a este nuevo ”oso“ checo.
No obstante, inicialmente el Kodiaq coupé se producirá solo en China para ese mismo mercado asiático, puesto que las plantas europeas de Skoda carecen de la disponibilidad necesaria para afrontar su fabricación, como explicó el responsable de I+D de la firma, Christian Strube, quizá teniendo en cuenta además que el nuevo Skoda Yeti competiría prácticamente en el mismo segmento.
Eso sí, el Kodiaq coupé apostaría a una estética más agresiva, con una caída del techo pronunciada pero la misma amplitud de carga, para adentrarse en un terreno hasta ahora solo explorado por las firmas Premium, con lo que estaría enfrentándose abiertamente al BMW X4, el Mercedes GLC Cupé o el Jaguar F-Pace.
Por ello no solo resulta previsible que ofrecerá cinco plazas y una gama de motores más amplia que la actual para reducir de manera significa el consumo y las emisiones de CO2 por debajo de los 110 g/km al igual que la variante GreenLine. O incluso hasta podría contar con una versión híbrida enchufable.
El futuro Kodiaq coupé, sin embargo, también llegará acompañado de la más moderna tecnología, sobre todo en términos de conectividad, con nuevas plataformas de infoentretenimiento que incluyen pantallas capacitivas y táctiles de hasta 9,2 pulgadas, conexión WiFi y sistema Skoda Connect.
Eso, por no hablar ya de sus ayudas a la conducción que incluirían el asistente de remolque, el Front Assist con protección para peatones o modernas cámaras de visión para completar su equipamiento, entre las soluciones ”Simply Clever“ de la marca, como las que ya presentan el propio Kodiaq o el nuevo Octavia.