En ferrocarril por Alaska

Creado: Vie, 24/02/2017 - 17:42
Créditos
Ana París
En ferrocarril por Alaska

Todos recordamos aquellas películas donde el conductor del tren echaba carbón por un lado y sacaba cenizas por el otro, la antigua locomotora a vapor así funcionaba, una caldera llena de agua era calentada al fuego, una vez convertida en vapor, ese vapor impulsaba un pistón que hacia girar las ruedas.

¿Y cómo se fabrica una rueda de tren? Actualmente se toman lingotes de acero, se laminan en forma de barrar redondas, aún calientes las cortan con una cizalla, quedan unos bloques cilíndricos que se vuelven a calentar, se punzonan en el centro, se laminan y se vuelve a hacer el agujero definitivo para insertar la rueda en el eje. Estas son las ruedas que se deslizan rápidamente sobre las vías de ferrocarril que hoy conocemos. En los años de la fiebre del oro, en algunos estados como California, y Alaska, construir vías de ferrocarril ayudaba en todo el proceso de extracción y traslado, fue por ello que se comenzó a construir un ferrocarril en Alaska.

Aún hoy, cuando recorremos Alaska en tren, entre impresionantes montañas nevadas, por escarpados y fríos lugares solitarios, aplaudimos por esos hombres que alguna vez comenzaron la fabricación de una vía tan remota.

Alaska hoy tiene dos ferrocarriles, el ferrocarril de Alaska, que transporta tanto personas como mercancías, y el ferrocarril White Pass y Yukon que posee techos de vidrio, ambos ofrecen a los turistas servicios de paradas a pedido, para que los pasajeros, pesquen, hagan senderismo, o simplemente disfruten de la naturaleza en un picnic sin igual.

Estos ferrocarriles atraviesan el parque nacional Denali y la cordillera de Alaska, recorriendo impresionantes paisajes helados, puentes, algunos con barandas, otros sin ellas. También barrancos, ríos helados, por zonas pobladas de zorros, osos negros y pardos, caribúes, alces, lobos, ardillas, castores, liebres, linces, innumerables variedades de aves, 450 especies de flores, y frutas como arándanos y cerezas.

El planeta tierra es muy bello, y gracias a los motores, a los ferrocarriles, los aviones, los autos podemos conocerlo. Y pensar que todo este desarrollo comenzó con el invento de una simple rueda. 

Créditos
Ana París