El argentino Juan Manuel Fangio fue el mejor piloto de Fórmula 1 de la historia, según un estudio elaborado por el Instituto de métodos de la Universidad inglesa de Sheffield. El trabajo evaluó el talento de los corredores sin tomar en cuenta la calidad de sus autos.
Según este análisis, a Fangio -ganador de cinco campeonatos del mundo en 1951, 54, 55, 56 y 57, lo siguen en el Top 10 de los más grandes de la categoría el francés Alain Prost (cuatro títulos mundiales, 1985, 1986, 1989 y 1993) y el español Fernando Alonso (campeón en 2005 y 2006). Luego aparecen Jim Clark (Escocia, dos títulos), Ayrton Senna (Brasil, tricampeón), Jackie Stewart (Escocia, 3), Nelson Piquet (Brasil, 3), Emerson Fittipaldi (Brasil, 2), Michael Schumacher (Alemania, 7 títulos) y Sebastian Vettel (Alemania, 4).
La investigación, titulada "Fórmula para el éxito, modelo del rendimiento de los pilotos y las escuderías 1950-2014", llega a la conclusión de que la calidad del auto en la Fórmula 1 supone el 85% del éxito de un piloto. Andrew Bell, uno de los autores, explicó que "el modelo estadístico elegido relativiza la importancia de las escuderías con resultados sorprendentes. El efecto de la marca ha aumentado con los años, pero parece mucho menos importante en los circuitos urbanos, donde el talento del piloto juega un papel fundamental".
Si bien pocos discutirán la elección de Fangio, los restantes lugares podrían dar pie a controversias. Por ejemplo, Niki Lauda, el triple campeón mundial austríaco, que ahora dirige la escudería Mercedes-AMG, no figura en el Top 10. Schumacher, el piloto que más Mundiales ganó, sólo es noveno. Y Senna aparece detrás de Clark, dos veces campeón mundial en la década del '60.
Asimismo, el trabajo tercia en algunas de las rivalidades más importantes de la historia, al poner por ejemplo a Ayrton por detrás de Prost. Por último, se destaca que Vettel y Schumacher se beneficiaron del dominio absoluto de sus escuderías, Red Bull (2010-2013) y Ferrari (2000-2004). Y el británico Lewis Hamilton, que figura 11º, igualó en títulos a Senna en 2015 gracias al poderío de su Mercedes, aunque su tercer título no entró en el plazo abarcado por este estudio que relativiza la importancia de las marcas.