Hace apenas una semana hacíamos referencia a la poca notoriedad otorgada al FIAT 600, en el camino hacia la producción del 500, de 1957. Sin embargo, su acierto fue tal que continuó en producción por muchos años y en diversos lugares, uno de ellos nuestro protagonista de hoy: los automóviles Zastava. Veamos.
La factoría Zastava, ubicada en Kragujevac, Serbia, fue fundada como fábrica de armas en 1853. Con el auge mundial del automóvil, ese invento que revoluciono al mundo a comienzo del Siglo XX, en la década de 1930 la empresa decidió probar fortuna en la producción de automóviles, suministrando camiones diseñados por Ford para el ejército yugoslavo. Su producción se mantuvo hasta 1941, cuando la Segunda Guerra Mundial llegó a Yugoslavia.
Una vez terminado el conflicto Zastava fue autorizada a producir, bajo licencia, nada menos que el Jeep Willys-Overland, lo cual se mantuvo hasta los años cincuenta. La mayoría de edad de esta marca en el sector automotriz llegaría con la producción de los primeros modelos de turismo, en agosto de 1953, utilizando diseños licenciados por la FIAT. El primero en entrar a la línea de montaje fue un sedán llamado Milletrecento, que debía su nombre al propulsor de 1300 cc que lo equipaba. La zaga continuó durante los años sesenta, y ya para los años setenta y ochenta Zastava vendió sus coches compactos en Norte, Suramérica y Europa occidental, bajo la marca de fábrica Yugo. El apogeo llego con el Yugo Sana, un modelo diseñado por el mismísimo Giorgetto Giugiaro y lanzado en 1990. Desafortunadamente, otra vez la guerra se interpuso en el camino de Zastava, que fue muy afectada por los conflictos yugoslavos de los años noventa, siendo dañada la fábrica por los bombardeos de la OTAN de 1999. Aun así, la empresa sobrevivió una vez más, al lograr un acuerdo con FIAT para la producción del Zastava 10, una versión del FIAT Punto. Por último, en un giro de vuelta a sus orígenes logró un acuerdo con la compañía de armas Remington -de los EE.UU.- para ser vendidas en ese país.
¿Y el FIAT 600?
Pues en 1960 se produce la primera versión de un 600 Zastava, con la salida del 600D. En 1962 se lanza el Zastava 750M, equivalente al Fiat 600E pero que, con un motor de 795cc, incorporaba un termostato y circuito cerrado de refrigeración, lo cual era una mejora tecnológica con respecto a su hermano italiano. Después apareció el Zastava 750S, igual que el M pero con un nuevo cuenta millas, y un volante heredado del Fiat 126. Con la guerra en Yugoslavia, la fábrica de Kragujevac pasó a producir armas, por lo que la producción de Zastava fue desviada a la fábrica de Tofa?, en Estambul, Turquía. En ese lugar todavía está vivo el espíritu del 600.