Hasta dónde puede seguir creciendo Fiat en el 2011, sondean los analistas. Y cuánto más expandirá sus fronteras el imperio automotriz prefijado en la mente del oráculo Sergio Marchionne, se preguntan, mientras asisten con cierta dosis de perplejidad al nacimiento de un nuevo coloso.
Para responder a esas interrogantes, sin embargo, no hay que centrar la atención en Europa, no. Antes más bien es preciso volcarla hacia América, donde la Fabbrica Italiana di Automobili Torino cimenta su Nuevo Mundo.
En Brasil, ya se sabe, se ha adueñado prácticamente del mercado de autos y utilitarios ligeros durante la última década, de ahí que ha puesto en marcha la construcción de una nueva planta en Pernambuco, en tanto desde Estados Unidos llega la noticia de que el consorcio transalpino ha decidido incrementar hasta el 25 % su participación en Chrysler.
La firma italiana, que ya poseía el 20 % del paquete accionarial del fabricante de Michigan desde 2009, obtuvo la autorización gubernamental necesaria para producir el nuevo motor FIRE en su factoría de Dundee y aún podría hacerse progresivamente con el 35 % de su capital si consigue izar las ventas de Chrysler en Norteamérica y desarrolla un vehículo de reducido consumo en Estados Unidos a partir de la sinergia entre ambas compañías.
Claro que por si fuera poco, la empresa presidida por John Elkann también descuella en Argentina, donde en 2010 pulverizó varios records y rebasó los 2 000 000 de vehículos ensamblados desde que el 8 de abril 
de 1960 saliera de la planta de Caseros el primer Fiat 600 D, color gris.
Desde entonces a la fecha, la casa turinesa ha producido en la nación rioplatense hasta 15 modelos diferentes, de los cuales el Siena se ha convertido en el más fabricado justamente durante el último año con unas 94 069 unidades para totalizar las 317 635 desde 1997, superando al Fiat 600, con sus 294 197 entre 1960 y 1982, y al Fiat Duna, con 257 559 entre 1987 y el 2000.
Hasta dónde seguirá creciendo entonces Fiat en el 2011, es algo que ni los analistas más avezados adivinan.