GAZ, la historia del Jeep Ruso

Creado: Jue, 03/07/2014 - 16:04
Créditos
Jorge Esténger Wong
GAZ, la historia del Jeep Ruso

Son muy difundidas las historias sobre la concepción, y producción, del primer todoterreno norteamericano, el muy publicitado Jeep. Hace algún tiempo, reseñamos el proyecto alemán de entonces que culminó en el Kübelwagen, y allí mencionábamos a nuestro protagonista de hoy: el todoterreno soviético GAZ.

La historia del automóvil en la Unión Soviética inicia en 1932, cuando comienza a fabricarse, bajo licencia, una versión del Ford A.  En un principio los autos se llamaron NAZ, pues la ciudad había sido renombrada como Nizhnyj Novogrod.  Como se sabe el Ford A era un auto de pasajeros, convencional, y que solo nos sirve de referencia para establecer que la fábrica de Gorki, comenzó a producir automóviles en esa fecha.  El desarrollo del primer ”jeep“ soviético comenzó en los primeros meses de 1941, apremiado el país por la Segunda Guerra Mundial.

Un grupo de entusiastas, sin grandes experiencias ni recursos, se dio a la tarea de construir un vehículo capaz de servir a las tropas en el frente, en las situaciones más diversas.  Las batallas de aquella guerra produjeron, además de las peores masacres humanas hasta entonces, los terrenos más impensables para transitar.  Los soviéticos lo sabían como nadie, y por ello construyeron el todoterreno más práctico de los que entró en servicio en la guerra.  En apenas dos meses el prototipo inicial estuvo listo y casi de inmediato entro en producción: sencillamente, no hay tiempo para probar detalles cuando la gente muere por millones.

Por suerte, los soviéticos ya habían desarrollado, en 1940, su primer automóvil de tracción a las cuatro ruedas –el GAZ M1- un automóvil de cuatro plazas, el cual contaba con una carrocería phaeton de cuatro puertas.  Su plataforma sirvió de base para el nuevo vehículo, al cual se le desarboló por completo todo lo superficial, buscando, entre otras cosas, aligerar el peso tanto como fuera posible. Fuera techo, puertas y vidrios, laterales o traseros.  Apenas un pequeño parabrisas, y guardabarros elementales en el frontal.  Esto era lo único que sobresalía de la carrocería.  Así el peso se logró dejar en unos 1320 kg, los cuales ayudaban al motor de cuatro cilindros de gasolina, 3,3 litros de desplazamiento, y 54 CV de potencia a mover con agilidad el vehículo.  Había nacido el GAZ 64, el primer ”jeep“ soviético.

Rápidamente llegaron al frente las primeras unidades y para 1943 ya existía una versión mejorada, el GAZ 67, el cual se mantendría en producción hasta 1953, cuando entro en producción el más famoso y conocido de todos los todoterrenos soviéticos: el GAZ 69, pero eso ya será otra historia.

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Jorge Esténger Wong