En vísperas de su regreso como motorista de McLaren en 2015, repasamos cómo decidió la compañía japonesa, en 1962, involucrarse y destacarse en la categoría más importante del mundo del automovilismo.
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Pese a tener un año para el olvido en su 100º aniversario en la Fórmula 1, McLaren produjo una de las noticias más relevantes en 2013 cuando anunció que desde 2015 sus monoplazas volverán a contar con los motores Honda, volviendo a formar una dupla temible.
Por ello, la casa japonesa ya está trabajando en los nuevos impulsores V6 de 1,6 litros, los cuales serán estrenados en la Máxima desde 2014.
Red Riders, una publicación oficial de Honda Motor de Argentina S.A., resumió la historia de cómo llegó la compañía a la F-1, donde debutó en el Gran Premio de Alemania 1964 y donde tuvo su última participación en el Gran Premio de Brasil 2008. En el medio, logró 72 victorias y obtuvo seis títulos consecutivos entre 1986 y 1991.
No se sabía mucho acerca de la Fórmula 1 en Asia cuando Soichiro Honda, fundador de la compañía, se animó a soñar con participar en la máxima categoría de autos de carreras. Tal es así que en mayo de 1962, cuando Yoshihito Kudo, director del Centro de Investigación de la planta de Honda en Saitama, le comunicó a Hideo Sugiura, Gerente de Calidad, que sería supervisor de un equipo para desarrollar un prototipo, éste le respondió: "¿Qué es la Fórmula 1? He visto algunas fotos al respecto, pero no sé qué es. Por favor, dígame qué es la Fórmula 1". "Yo tampoco lo sé, pero no se preocupe, todos somos principiantes al principio", contestó Yoshihito Kudo.
Desde que Honda había conseguido la victoria general en el TT Race de la Isla de Man -durante años, la competencia de motos más prestigiosa del mundo-, todos los empleados de la planta japonesa de Saitama estaba convencidos de que sus tecnologías y la visión de Soichiro Honda conquistarían el mundo. "Desde mi infancia, mi sueño era convertirme en campeón mundial de automovilismo con una máquina fabricada por mí mismo", contó algunas vez Soichiro.
Dado que la intención de la compañía era ingresar en la F-1 sin que ello fuese en detrimento de la producción de vehículos para pasajeros, se tomó la decisión de construir solo el motor y de buscar la sociedad con algún equipo europeo que aportara sus propios chasis. Así es que Nakamura viajó a Europa en el verano de 1963 visitando a varios equipos fe F-1 y promocionando su nuevo motor.
Fue la escudería Lotus la que se comprometió a consolidar una alianza; sin embargo, en enero de 1964, cuando el motor estaba listo para instalarse, el equipo británico se retiró del proyecto y Honda debió elegir entre postergar su ingreso en la F-1 o hacerse cargo de su propia escudería, incluidos el chasis y la carrocería. Con el estímulo de sus avances y deseo de enfrentarse a un reto de proporciones épicas, Honda decidió seguir adelante.
Sus esfuerzos se vieron compensados cuando los neumáticos del primer F-1 de la marca, el RA271, como bautizaron a esta nueva versión final, rodaron por el asfalto del circuito de Nürburgring con Ronnie Bucknum al volante. Si bien el joven piloto norteamericano tuvo que abandonar la carrera por un accidente faltando solo tres vueltas para la meta, hasta ese momento había conseguido mantenerse entre las nueve primeras posiciones, hecho que evidenció la potencia del motor.
El primer triunfo de Honda en la Máxima lo obtuvo el experimentado piloto Richie Ginther, el 24 de octubre de 1965, en el Gran Premio de México; preámbulo de una larga lista de éxitos en la F-1 que incluye el título de Constructores de 1986 con la escudería Williams, el de Constructores y Pilotos de 1987 con Williams y Nelson Piquet al volante, otra vez el doble título en 1988, ahora con McLaren y Ayrton Senna y, por tercera vez, el de Constructores y pilotos en 1990 con la misma dupla.
En la recordada conferencia de prensa realizada en 1965, tras la primera victoria de Honda en la F-1, Soichiro dejó grabado uno de los principios filosóficos que aún hoy rigen en la compañía: "Así como estudiamos los motivos por los que perdemos, también tenemos que hacer lo mismo cuando ganamos, porque va a permitirnos usar ese conocimiento para mejorar".