Honda vuela con un secreto robado

Creado: Dom, 27/03/2011 - 14:05
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EFE
Honda vuela con un secreto robado

Yamaha triunfó desde el año 2008 con el arte de Valentino Rossi para poner una moto a punto y con el trabajo majestuoso de Andrea Zugna y de Cristian Battaglia como ingenieros electrónicos de la M1. Jorge Lorenzo refrendó ese acierto con su sensacional estreno en la cilindrada reina. El español puso en jaque a Rossi desde la primera carrera de su debut. Era extraño, pero Carlo Luzzi, un excelente telemétrico de la escudería, trabajaba con Jorge. El mito italiano no se lo había quitado. Con esos profesionales, Valentino se proclamó campeón dos años consecutivos. Y Lorenzo consiguió el subcampeonato en 2009. El 2 de noviembre de ese año, nada más consumarse el doblete triunfal de los dos pilotos de Yamaha, el eterno rival, Honda, pasó al ataque. Fichó a Zugna, Battaglia y Luzzi. El objetivo era solucionar el mayor problema que su máquina sufría desde 2007: mejorar la entrega de la potencia de la RC212V a través de la gestión electrónica. Pedrosa no podía abrir gas y acelerar con la facilidad que sus rivales. Zugna, Battaglia y Luzzi tenían una enorme experiencia en la labor electrónica de la M1. La hicieron la moto más completa de la parrilla. Y aplicaron sus secretos en Honda.

Tres décimas a Lorenzo

El año pasado ya convirtieron a la RC212V en la mejor montura del campeonato. Dani puso en tensión a Lorenzo, hasta que una caída acabó con su progresión. Ahora, Stoner y Pedrosa han colocado la moto en órbita. Es la mejor cabalgadura del Mundial. ¿Por qué? El éxito radica en que sus pilotos pueden realizar el cambio de marchas muy rápidamente. Pierden muy pocas revoluciones en el proceso. Mientras Yamaha, Ducati y Suzuki bajan en un tercio sus «revoluciones» cuando hacen el cambio de marcha, la Honda las mantiene altísimas.

El resultado de este éxito técnico es que la máquina de HRC gana milésimas en cada cambio. Obtiene tres décimas de segundo por vuelta respecto a la M1 del campeón del mundo.

Seis segundos por carrera

En matemática pura, la Yamaha pierde seis segundos en veinte vueltas. El riesgo numantino de Lorenzo en el circuito arábigo redujo esa diferencia a dos segundos. Pero no siempre podrá correr al borde de la caída.

El español se debe preguntar la razón por la que Yamaha dejó escapar a los dos ingenieros que crearon su electrónica ideal. Puso a dos japoneses para que continuaran desarrollando la veta de oro encontrada por los dos italianos. Y se marcharon.

Ahora, Forcada hace milagros con la M1 del balear. En el «warm up» se sacó de la manga dos décimas de segundo para que su campeón pudiera aguantar el pulso al australiano. Jorge mandó al principio de la prueba con una táctica tan sencilla de expresar como difícil de ejecutar. Cada vuelta al frente eran tres décimas menos de pérdida. Y en la segunda parte de la carrera, con el tanque de combustible rebajado de 19 a 9 litros, ofreció su exhibición. Cazó a Pedrosa. Y le derrotó. Se acercó a Casey. Pudo luchar por la victoria. Pero la moto le dio un susto. Rodaba al límite. Frenó.

El «robo» de Honda devolvió el golpe sufrido en 2004, cuando Valentino abandonó HRC y rompió una norma no escrita entre los japoneses. «Nunca quitarás un ingeniero a otra casa del país». Rossi, entonces, se llevó varios ingenieros a Yamaha. Es la guerra de los secretos industriales.

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