Hyundai ha tenido modelos deportivos, como el coupé Tiburón. Pero la compañía coreana prepara algo muy diferente desde hace algún tiempo: lograr su propia gama deportiva. Hasta ahora, ha llevado el proyecto con el insípido nombre de N, pero atención, que puede ser pura Nitroglicerina y este prototipo nos brinda una idea.
Hyundai ha presentado la última creación de su gama deportiva N: se trata de un vehículo que se nos antoja como un Veloster radicalizado. Desde el año pasado, supimos que el fabricante coreano Hyundai lanzaría una división de altas prestaciones, con modelos deportivos, a la cual denominaban, de momento: N. En esta línea se inscribe este prototipo, inspirado en un Veloster, con un aspecto mucho más radical y un rendimiento superlativo. Lleva nomenclatura Hyundai RM16 N, y se trata de la evolución de los anteriores RM14 N y RM15 N, mostrados dos años atrás, lo cual indica la firmeza de este proyecto.
Estéticamente se diferencia del Veloster de producción por una carrocería más ancha, que incluye diversas tomas de aire y un difusor trasero con dos salidas de escape, una en cada lado. Además, los faros han sido completamente rediseñados -tanto los delanteros como los traseros-, y Hyundai ha desechado las puertas laterales asimétricas, una a la izquierda y dos a la derecha, del Veloster ”normal“ y ahora utiliza una puerta en cada lado. De igual forma ha cambiado la parrilla frontal, ahora mejor concebida, con un diseño más coherente y robusto.
Pero el vehículo no es solo unas cuantas modificaciones estéticas. Mecánicamente, este RM16 N Concept monta un motor central –de ahí las siglas RM, iniciales de Racing Midship –de gasolina, de 2.0 L de desplazamiento y 4 cilindros en línea. El detallazo lo constituye el hecho de montar un turbo eléctrico, para liberar el consumo de potencia del motor. Con esta configuración el motor de Hyundai logra 300 CV de potencia máxima, con un par motor máximo de 383 Nm. Todo este rendimiento se entrega en las ruedas traseras, que son las motrices. Disfruta todo el conjunto de una de las principales ventajas de los motores ubicados al centro: un reparto de pesos del 43 % al eje delantero y el otro 57 %, al trasero. Todos sabemos que la estabilidad, conducción y demás parámetros se comportan mucho mejor con este criterio. Para complementar existe, además, un alerón activo y un diferencial electrónico.