Invader GT, Escarabajo Maserati

Creado: Vie, 09/10/2015 - 18:33
Créditos
Jorge Esténger Wong
Invader GT, Escarabajo Maserati

Un bólido a la italiana. Un espectacular diseño para que lo personalizaran tanto como desearan. Un auto diferente, atractivo, de buen rendimiento, al cual todos miren ¿qué otra cosa queremos de nuestro auto? En esto convirtieron al Volkswagen Escarabajo allá por los años setenta, resultando una joyita admirable. Haga clic, lo esperamos adentro. ¡Bienvenido a bordo!

El superagresivo Invader GT fue idea de un creativo joven californiano de apenas 24 años, Bruce Weeks, quien creó las magnéticas líneas del Invader GT tras sufrir la frustración de no poder armar otros kits que había adquirido, por lo complejo que resultaba. Así, puso manos a la obra y creó este radical vehículo, con aspecto en el que mezcla un poco a un buggi con la testosterona brutal de un Maserati. Luego, logró su fabricación por la empresa Autokit Industries, de Oakland, California y apenas costaban 695 USD de la época, en su versión sin puertas. Por supuesto, hablamos del kit de la carrocería.

¿Por qué escoger el Escarabajo? Pues, por todas sus conocidas ventajas como auto y, además, por el peculiar diseño de su chasis. Formado por una robusta plataforma con viga central, ofrecía dos indudables ventajas: la primera, el poco espacio que ocupaban los elementos mecánicos y las suspensiones; y la segunda, la facilidad con que se podía separar de la carrocería. Entonces dejaba mucho campo para ser creativo.

Lo bueno de este tipo de puzles es que se pueden montar con toda clase de variantes, a gusto del propietario, por lo que es difícil encontrarse con dos unidades iguales. Sin dudas, lo interesante del Invader GT es su imagen. Su diseño hace casi imposible sospechar que comparte la plataforma de ese ”obrero gris, tedioso y cumplidor“ que es el Escarabajo convencional. Silueta aerodinámica, con frente extendido, baja altura, neumáticos anchos, cubreruedas integrados a la carrocería y la escueta parte trasera –la cual, vista dese atrás, deja al descubierto la turbina de aireación del motor, situada casi a ras de suelo– son todos rasgos distintivos que hacen del Invader GT un bello spider de dos plazas, agresivo y muy juvenil.

Bajo su piel estaba el motor Tipo 3, de 4 cilindros opuestos, bloque de fundición, culatas de aleación, cigüeñal sobre 4 apoyos, refrigerado por aire y con radiador de aceite, en posición trasera longitudinal. Esta máquina rendía hasta los 66 CV de potencia máxima pero, liberada del peso –el Invader GT reportaba apenas 525 kg– de la carrocería y los vidrios del Escarabajo convencional, sus rendimientos eran muy diferentes. Lograba que el Invader GT alcanzara sin problemas los 135 km/h y apenas reclamaba unos 8 L para recorrer 100 km. 

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Jorge Esténger Wong