Que a Jaguar Land Rover (JLR) las cosas le están yendo sobre ruedas es más que evidente, cuando el fabricante británico de automóviles (perteneciente al grupo indio Tata) ha decidido invertir 355 millones de libras esterlinas (unos 408,5 millones de euros al cambio actual) para levantar una nueva planta de motores de bajas emisiones en los Midlands de Gran Bretaña.
La factoría, que se especializará en la producción de propulsores de cuatro cilindros altamente eficientes, será inaugurada el próximo año en un parque industrial de Wolverhampton, generando la creación de 750 puestos de trabajo directos entre ingenieros especializados y operarios.
El Dr. Ralf Speth, CEO de la firma, explicó que la decisión se contempla dentro de la estrategia a largo plazo en pos de diseñar, desarrollar y fabricar toda una nueva familia de motores avanzados para los futuros modelos de ambas marcas.
La compañía, al fin y al cabo, tiene previsto invertir 1 500 millones de libras (unos 1.725 millones de euros) anuales durante los próximos cinco años en el desarrollo de nuevos productos para sustentar la buena marcha de sus ventas con una gama de vehículos cada vez más fuerte, que se ha visto recientemente ampliada con el lanzamiento del Range Rover Evoque, el nuevo Jaguar XF con motor turbodiésel de 4 
cilindros y las destacables mejoras de las familias XK, Land Rover Defender y Discovery.
De ahí que el fabricante británico recibió con entusiasmo igualmente los lauros conquistados por sus modelos en la muestra de Frankfurt, donde el Jaguar C-X16 y el Land Rover DC100 Sport fueron galardonados por el grupo editorial Autoweek con los premios al 'Mejor del Salón' y al 'Mejor Concept', en cada caso. Reconocimiento que ”confirma la fortaleza tecnológica y de diseño de Jaguar y el buen momento que vive Jaguar Land Rover“, según explicó el responsable de Comunicación de la corporación, Frank Klaas.