Jaguar XKSS; solo 16 e hicieron historia

Creado: Jue, 07/05/2015 - 17:10
Créditos
Jorge Esténger Wong
Jaguar XKSS; solo 16 e hicieron historia

Un asiduo lector, y amigo de larga data, nos sugiere traer a esta columna un auto muy singular dentro de la historia del automóvil: el Jaguar XKSS de 1956-57. Con apenas dieciséis unidades vendidas se trata de uno de los modelos de menos disponibilidad en el mundo del coleccionismo de autos.¿Cuál es su historia? ¿Cómo surgió? ¿Cuáles sus características? Conozca todos los detalles tras el salto.

En la década de los cincuenta Jaguar logró vencer por tres años consecutivos en la prestigiosa carrera de Las 24 Horas de Le Mans. Esta hazaña se debió, en primera instancia, al excepcional Jaguar D-Type, un vehículo que atesoraba los conceptos más avanzados de su época. Por supuesto, esto le dio un renovado prestigio a la marca que difundió hasta la saciedad las bondades de su excelente automóvil. El D-Type era un vehículo concebido exclusivamente para competiciones, razón por la cual Jaguar se encuentra con un remanente importante de 25 unidades –de las 68 originalmente construidas– al decidir suspender su participación en la International Sport Car Racing.

Génesis y performances
 
Aquellas aguas, trajeron estos lodos. La solución fue lograr hacer de los extraordinarios D-Type, autos capaces de poder circular en las calles y ser atractivos al público en general. Para invertir lo menos posible en las transformaciones necesarias, más bien yo diría imprescindibles, Jaguar mantiene intacto su esquema mecánico y se limita a los cambios cosméticos de modificar elementos de carrocería y habitáculo. Aunque me salga algún detractor por ahí, es un hecho que el surgimiento del Jaguar XKSS es una prosaica decisión económica, para nada la culminación de un proyecto consecuente y orgánico. Por supuesto, lo fue para lograr el D-Type, no el XKSS. Para hacer aún mayor la mítica en torno al vehículo un incendio, en la noche del 12 de febrero de 1957, destruye maquinaria y la línea de ensamblaje en la planta de Browns Lane, donde ya se procesaban 300 unidades. Así, la escena queda lista para los dieciséis automóviles finales que serían vendidos.

Como es sabido el D-Type tenía un motor de seis cilindros en línea, de 3.44 L de desplazamientos, doble árbol de levas para mandar sus 12 válvulas y hasta tres carburadores Weber. Producía la extraordinaria cota –aceptable aún en nuestros días– de 250 CV con 325 Nm de par motor. Todo ello, asociado al cambio manual de cuatro marchas le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5.5 s y una velocidad máxima de 230 km/h, aunque quienes lo condujeron aseguraron rebasar los 250 km/h. Su gran diferencia eran sus magníficos frenos de discos, en todas las cuatro ruedas. Esta configuración le permitía, en competencias, aprovechar más las rectas para acelerar, pues necesitaban menos distancia para frenar y luego, en curvas, su maniobrabilidad aumentaba exponencialmente respecto a sus competidores. Todo esto se mantuvo inalterable en el XKSS.

Los cambios

Las diferencias, como ya apuntamos, eran de forma. Es fácil entender que para un uso ”civil“ era necesario otra puerta, un parabrisas más amplio, mejor habitáculo, ventanillas, capota para la protección del clima; parachoques delantero y trasero, luces traseras y… ¡mucho cromo, que eran los años cincuenta! Con esto cambiado ya tenemos transformado el D-Type en el exclusivo y millonario XKSS. Fueron autos codiciados y comprados por celebridades, siendo muy conocido el caso del actor Steve McQueen, quien compró el mismo auto en dos ocasiones y en ambas le retiraron la licencia de conducción. Por sus características estuvieron envueltos en accidentes y varios de sus dueños perdieron la vida a bordo de ellos.

En Cuba

Llama la atención la llegada a Cuba de dos ejemplares del exclusivo Jaguar, adquiridos por Fausto González Chávez y J.B. 'Pepillo' Del Cuerto. Es conocido que, entusiasmados ambos con sus autos, organizaron una Carrera de La Habana a la formidable playa de Varadero, 150 km al este de la capital cubana. El evento se realizó justo en 1957 y está marcado por el accidente donde pierde la vida Del Cuerto y el auto queda en estado lamentable. Un par de años después Fausto González quedaba tercero con su Jaguar en la carrera de mayor duración celebrada en Cuba (ver Excelencias del Motor, versión impresa, # 34).

Como dato curioso añadir que a 10 m de la meta se quedó sin combustible y tuvo que empujar su auto. Años más tarde ambos autos salieron de Cuba y fueron restaurados en Hall & Fowler, en el Reino Unido.

Créditos
Jorge Esténger Wong