Desde su nacimiento Lancia ha sido una marca orientada al rendimiento. Por esta razón un vehículo como el Thema resulta un producto típico de la marca italiana y fue, en buena medida, un intento por participar en la feroz lucha que se desató desde finales de los setenta –y que dura hasta hoy– para demostrar que performances constituían mejores autos. Para participar en esta batalla surge en aquel entonces una colaboración entre la sueca Saab y las italianas FIAT, Alfa Romeo y Lancia (actualmente todas en FIAT). El objetivo era lograr que esas marcas pudieran disponer de un modelo con carácter, rendimiento y que pudiera ser usado con regularidad, sin convertirse en algo tan extravagante como un Ferrari. Así nacieron modelos tan interesantes como el Saab 9 000, el Alfa Romeo 164, el Fiat Croma y el Lancia Thema.
El Thema fue lanzado en 1986, era de formas rectas y a simple vista parecía una aburrida berlina de representación. Ciertamente su frontal insípido estaba dominado por grandes faros rectangulares y una parrilla frontal igual de grande. No resultaba discorde con la época pero no aportaba ningún elemento que pudiera marcar la diferencia y hacer justicia a un interior mucho más logrado, con elementos de mayor categoría como una pizarra incrustada y enchapada en madera, cuero en las butacas, climatizador de serie, y un rudimentario ordenador (para nuestros días) de abordo similar al que montaba la serie 6 y 7 de BMW. Todo el mérito del Thema 8.32 se debe a su motor V8 de 3 litros de desplazamiento (2.927 cc para ser exactos) capaz de poner 215 CV a disposición del conductor. Esta máquina de 4 válvulas por cilindro 
respondía a las mil maravillas y se encontraba a sus anchas en un auto de las dimensiones y peso del Lancia Thema 8.32.
Por ello se lograron homologar cotas bien interesantes para la época como los 230 km/h de velocidad máxima –alguien asegura haber logrado los 250 km/h– y 7 segundos de 0 a 100 km/h desde la inmovilidad. Para mejorar la presencia del Thema esta versión fue retocada en su exterior con nuevas llantas de 16 pulgadas, un alerón trasero de accionamiento manual, espejos de plegado automático de igual color de la carrocería y un típico color cereza en la pintura de esta. Se vendieron unas 4 000 unidades del Thema 8.32 en dos series, una en 1986 y otra en 1992.