Las ventas del Toyota Mirai, a todo gas

Creado: Dom, 18/01/2015 - 17:00
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Ariel B. Coya
Las ventas del Toyota Mirai, a todo gas

De seguro en Toyota no imaginaron semejante éxito, pero lo cierto es que las ventas del Mirai, el primer vehículo comercial con pila de hidrógeno, se han elevado como la espuma, sobrepasando todas las expectativas.

Cuando lanzó este modelo al mercado nipón el pasado 15 de diciembre, Toyota había anunciado que su plan era vender unas 400 unidades en 2015, pero tan solo durante el primer mes ya ha alcanzado aproximadamente 1 500 pedidos, gracias a la respuesta de organismos públicos y empresas de taxis, que han originado hasta un 60% de las solicitudes, según informó el mayor fabricante automotriz del mundo.

Precisamente el sector público y las empresas de transporte privado de Japón ya contribuyeron antes a sacar a flote al Toyota Prius, el primer híbrido que comenzó a fabricarse en serie en 1997 y popularizó este tipo de coches que combinan un motor de gasolina con uno o más propulsores eléctricos, contribuyendo a reducir las emisiones contaminantes.

El Mirai (cuyo nombre en japonés significa ”futuro“) supone un nuevo paso en este sentido, al tratarse de un vehículo que emite solo vapor de agua en vez de gases de efecto invernadero, toda vez que la mezclar del hidrógeno con oxígeno en su batería genera la electricidad que lo mueve, siendo capaz de recorrer unos 650 kilómetros con un solo depósito, que tarda en recargarse por completo unos tres minutos.

Aunque también incluye un sistema híbrido que le permite utilizar gasolina, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos con una potencia máxima de 154 CV para ofrecer un elevado placer de conducción, gracias a su bajo centro de gravedad y su aceleración eléctrica.

Por si fuera poco, Toyota anunció además el pasado 5 de enero que liberará unas 5 680 patentes relacionadas con las pilas de hidrógeno de cara a agilizar la producción global de vehículos, así como una red de estaciones de servicio, con este tipo de tecnología.

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Ariel B. Coya