Logotipo de Cadillac

Creado: Dom, 06/03/2011 - 12:00
Créditos
Willy Hierro Allen
Logotipo de Cadillac

Si bien la marca de automóviles estadounidense Cadillac fue creada en Detroit, allá por 1902, la historia de ese nombre se remonta unos dos siglos atrás, cuando el gran explorador francés Antoine Laumet de La Mothe, sieur de Cadillac, funda Fort Ponchartrain en 1701, núcleo de población que con el tiempo será la ciudad de Detroit.  El Rey de Francia premia al Señor de Cadillac con tierras y títulos, de ahí que el escudo de armas familiar luzca la corona propia de los nobles aristócratas. Y ese, precisamente, es el logotipo de la marca de autos Cadillac.

Los descendientes de la familia original Cardellach (cuya transcripción fonética al inglés es la Cadillac actual) se asientan en Nueva Orleans. La estirpe de ”los Cadillac“ está muy ligada a la historia de Estados Unidos. Títulos nobiliarios y ciertas vinculaciones políticas para segregar el bucólico sur de Norteamérica del norte pujante e industrializado, son parte del rico entramado familiar de Cadillac o Cardellach.

Mucho antes de fabricarse el primer automóvil Cadillac, los franceses Cardellach vivían en la España invadida por Napoleón. Al tambalearse  el imperio napoleónico, emigraron de Tarrasa (España) hacia Nueva Orleans. En 1810, los Cardellach  son conocidos en esa sureña ciudad a orillas del río Mississippi y mantienen relaciones económico-comerciales con la familia Iznaga del Valle, exiliados cubanos que luchan contra la España colonial.

Son estas familias las que financian, en 1850, la expedición secesionista a la Cuba española del insigne general venezolano Narciso López, con la idea de anexar la isla, en su momento, a la nueva confederación de estados sureños. Son las mismas familias que colaboran fuertemente con las armas sureñas segregacionistas en la guerra, desatada en 1860, del Norte contra el Sur. Buena parte de sus negocios están camuflados con la resistencia antiespañola.

El patrimonio familiar de Cadillac se enriqueció con el algodón cultivado en el sur y embarcado hacia las factorías norteñas, vía Texas (Brownsville), como si viniera de México. Al terminar la guerra, la heredera de la familia Cardellach invierte capital en la industria automotriz norteña.  Así, William Murphy y Lemuel  Bowen sirven de financistas para que cierto ingeniero mecánico repleto de ideas, llamado Henry Leland, funde la Cadillac Automobile Company.

Siguiendo la ruta del dinero de los Cardellach, transita a través del cuñado de la heredera y, luego, por un representante comercial de la familia, hasta terminar en la bóveda del Citybanc. La conexión entre William Murphy y el Citybanc es Henry Ford, de quien Murphy también era financista. Ford negocia con el Citybanc la liquidación de su compañía cuando Henry Leland expone a los inversionistas un novedoso motor. Así nació Cadillac.

Ahora bien, no está muy claro por qué le dan el nombre de Cadillac, ni quien ciertamente lo propuso. Unos dicen que Murphy, otros que Leland. La ”historia oficial“ atribuye dicho nombre al homenaje que se rinde al fundador de la ciudad de Detroit, cuna de la industria automotriz americana. Sin embargo, quién puede asegurar que no hubo alguna dosis de agradecimiento a la familia Cardellach, que financia el proyecto. 

De cualquier manera, el nombre del automóvil Cadillac es un justo reconocimiento a la familia Cardellach, herederos de títulos y haciendas de Antoine Laumet de La Mothe, sieur de Cadillac. En cuanto a Henry Leland, hay que atribuirle el mérito de la modestia, ninguna de las marcas de autos que creó, las bautizó con su nombre. La última en 1920, la nombró Lincoln, ”su gran  héroe nacional“ por quien Leland votó para presidente de la Unión, al ejercer el sufragio por primera vez en su vida.

Créditos
Willy Hierro Allen