Adiós calculadora, el matemático Jorge Lorenzo (Yamaha Factory) resolvió en Australia la ecuación que lo convierte, por segunda vez, en campeón mundial de MotoGP. Su segundo puesto de la parrilla y el segundo lugar en carrera, sumados a la caída de Pedrosa (Repsol Honda) le dieron el título.
Falta un solo GP por disputarse en la temporada 2012 y hasta la fecha el expediente del mallorquín se completa con dieciséis podios en diecisiete carreras, seis primeros lugares y diez segundos. Impresionante resultado y más que suficiente para que a falta de un round se haya coronado. Lorenzo se merece el título más que nadie, independientemente de que fue criticado por muchos al no arriesgar demasiado.
Y le fue bien, porque aunque Pedrosa brilló en las últimas carreras, Giorgio supo mantenerlo a distancia obligándolo a ir al límite. Así vino el error de Dani en Phillip Island que le puso al de Yamaha el pergamino en bandeja de plata. Pedrosa tiene su mérito y le dio luz al mundial en sus postrimerías, pero no fue suficiente y ahora es Lorenzo quien emana radiantes de su corona, la segunda que se encasqueta en la máxima categoría.
Pero aún queda el premio de consuelo, la carrera de Valencia, un verdadero duelo entre los dos pilotos españoles para definir quién será el máximo ganador de la temporada. Sin embargo, no olvidemos que ya regresó Stoner, él ganó en Australia y de seguro pretenderá retirarse por todo lo alto en territorio español. Veremos qué pasa.