Hay lugares en el mundo donde las autoridades no ahorran en costes para perseguir la delincuencia. Lamborguini, Porsche o Ferrari pueden ser el mejor instrumento contra el delito.
Espero que nunca os halláis visto en la situación de ser perseguidos por un coche de policía, pero como a nuestros lectores no les pedimos los antecedentes penales, os vamos a enseñar una serie de vehículos de la autoridad con los que seguro no os gustaría jugaros los cuartos.
La historia automovilística de Italia y Alemania es legendaria y la tradición y la clase se nota hasta con las sirenas puestas. Ambos países compiten por dirimir quien tiene el vehículo policial más veloz. Por un lado los transalpinos presumen de contar con el Lamborghini Gallardo que una patrulla utiliza en la carretera de Calabria Salerno-Reggio y que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 192 mph y dar caza a cualquiera que pretenda escabullirse.
A cualquiera menos al Brabus CLS V12 S Rocket, el automóvil de la policía germana que dejaría muy atrás al Lamborguini italiano gracias a sus 225 mph.
En Austria mientras tanto, la autoridad tampoco se anda con medias tintas. Recientemente el Gobierno ha decidido agasajar la buena labor de sus policías con un regalo muy especial, una gama de Porsche 911 que ya ha sido incorporado al servicio, de momento en fase de pruebas.
Como no podía ser de otra forma tratándose de EE.UU, los oficiales de San Diego hace tiempo que montan un vehículo capaz de llegar a los 155 mph y que además cuenta con un accesorio muy particular; un soporte para escopeta incorporado. Made in América.
Los británicos sin embargo no han tenido tanta suerte.
A pesar de tener en el garaje un flamante Ferrari 612 Scaglietti, solo es utilizado de forma esporádica para exhibiciones que persiguen promover la seguridad vial.
Pero si bien Scotland Yard no podría participar en una carrera de velocidad, son el orgullo de los defensores del medio ambiente gracias a los cuatro Smart eléctricos que no emiten ninguna sustancia contaminante a la atmósfera.