Magirus: nace el camión de bomberos

Creado: Dom, 04/09/2016 - 15:41
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Jorge Esténger Wong
Magirus: nace el camión de bomberos

Desde pequeños nos fascinan los camiones bomberos. Toda su imagen, concebida para facilitar su trabajo, ejerce una poderosa atracción sobre nuestra inocencia infantil. Luego, rezamos para nunca necesitarlos, pero igual nos maravillan su capacidad de trabajo y la sofisticada tecnología que utilizan.

Ulm es una ciudad alemana del estado de Baden-Wurtemberg, situada a orillas del Danubio, en Alemania. Ha sido la cuna de figuras como Robert Bosch, Albert Einsten y Conrad Dietrich Magirus. Este último fundó, en 1864, la Magirus Feuerwehr Requisiten Fabrik enfocada en la producción de carros antincendios. Ya en 1872 introduce una innovadora escalera de mano de dos ruedas reclinable, llamada modelo Ulmer Ladder. Para 1892 estaba lista la primera escalera rotatoria de 25 m, tirada por caballo y, en 1904, lanzaba el primer camión antincendios, movido a vapor. En 1916, revolucionaría el sector con la primera escalera desplegable de conducción automática del mundo.

La lista de innovaciones en equipamiento especial para esta importante labor sería casi infinita, pero no es el objeto de nuestra reseña. Así que a lo nuestro: los camiones. Ya en 1917 se producen los primeros vehículos de motor Magirus, los cuales alcanzaron su clímax tras la adquisición, en 1938, de la compañía por parte de Klöckner Humboldt Deutz. Esto dio lugar al empleo del nombre Magirus-Deutz y su singular logo: una estilizada "M" cuyo centro se erige hacia arriba y recrea la forma de la torre de la Catedral de Ulm. En 1951, lanza su línea de camiones más popular, los modelos Merkur, Jupiter, S 3500 y S 6500, cuyo morro redondo de cocodrilo ha trascendido en el tiempo, como su rasgo distintivo.

Tres eran las opciones de motor según cada modelo, el cuatro cilindros de 5.3 L y 85 CV; el V6 de 7.9 L y 125 CV o la más grande de todas, el colosal V8 de 10.6 L de cilindrada y 175 CV. Todas contaban con refrigeración por aire, el sello imponente de los motores Deutz. Esta serie sobresalió por la excelente fiabilidad de sus mecánicas, gracias a contar con los mejores componentes del mercado: bomba inyectora Bosch, filtros Mann, compresor Westinghouse o cajas de cambio ZF de cinco relaciones. Eran, sencillamente, los mismos fabricantes que equipaban los mejores superdeportivos del momento. No por gusto la marca se jactaba en sus anuncios: ”No pretendemos que únicamente nosotros hagamos verdaderos vehículos contra incendios, pero la verdad es que nuestros clientes en Sao Paulo, Moscú, Chicago y San Sebastián los aprecian por su calidad, duración y rendimiento".

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Jorge Esténger Wong