Manuel y su inseparable FIAT 125 de 1974

Creado: Dom, 22/06/2014 - 14:06
Créditos
Jorge Esténger Wong
Manuel y su inseparable FIAT 125 de 1974

En 1974 Manuel Prieto era un pequeño de siete años de edad. Fue entonces cuando llegó a su familia un FIAT 125, fabricado en Argentina, que marcaría su vida definitivamente. Desde su inocente edad la fascinación por el nuevo modelo fue absoluta, sobre todo en una época en que estos fueron de los primeros automóviles en arribar a Cuba, desde principios de los años sesenta.  Para el niño era un objeto maravilloso, moderno y deslumbrante.  Luego, los años se encargarían de convertirlo en parte inseparable de su vida.

Los duros años noventa dejaron al FIAT 125  en estado calamitoso.  Por más de una década resultó imposible mantener funcionando el vehículo, el cual llego a estar virtualmente destartalado.  Así continuó hasta que, para 2007, Manuel se hizo cargo de él, y de forma radical: por todo un año lo desmanteló hasta dejarlo ”en el hueso“.  Empezó entonces a evaluar cada parte y sistema, tanto mecánico, como de carrocería e interior.  Fue necesario acudir a todas las variantes a su alcance para adquirir todos los elementos necesarios, dondequiera que estuvieran. Apenas se pudieron utilizar un par de guardabarros, el resto de los elementos de la carrocería debieron ser sustituidos.

La mayoría fue encontrándolos entre antiguos dueños de FIAT 125, cuyos autos habían sido vencidos por el tiempo, o masacrados en algún accidente.  De cada quien tomó lo que aún tenía.  Viajó a innumerables lugares y aún recuerda de forma especial la alegría de haber encontrado la parrilla frontal –en un pequeño pueblo a unos 70 kilómetros al oeste de La Habana, llamado Guanajay-  decisiva para la buena imagen del auto.  El esfuerzo fue enorme…y caro.  Consumió recursos y energía que le dejaron exhausto.  El resultado  -según confiesa hoy- fue ”un auto ”decente“ pero lejos aún del ideal que me ilusionaba.“

Fue necesario un impasse y el apoyo de más amigos.  Los encontró en el Club FIAT 125 de Argentina, quienes le ayudaron con mucha información y localizando algunas piezas, las cuales pudo buscar gracias a un amigo piloto de aerolínea, que de a poco las fue poniendo en sus manos.  Así, el compacto de cuarenta años recobró bríos y esplendor.  Pudo dedicarse entonces a terminar el interior, y pintarlo a su gusto, manteniendo el color verde, pero ahora de nueva tonalidad.  El resultado lo podemos apreciar en las fotos que acompañan este trabajo: un vehículo pequeño, que ha sido capaz de atrapar a un hombre para toda la vida.

El Club de FIAT 125

Tanta ha sido la pasión de Manuel por este auto que, junto a un grupo de propietarios de estos autos, fundó el Club de FIAT 125 de Cuba.  Sería este el segundo club de autos clásicos y de época fundado en la isla, y el primero de un modelo específico.  Quedó constituido el 16 de diciembre de 2007 y desde entonces se reúnen al menos una vez al mes, llegando a aglutinar hasta 84 miembros, en su momento de mayor popularidad.  Ha sido muy importante el asesoramiento de la Federación de Kartismo y Automovilismo de Cuba, y los vínculos que aún mantiene con el Club de FIAT 125 Argentina, donde el modelo es un todo icono.  Hacia este club ha canalizado Manuel toda la pasión por su auto y hoy es su Presidente, poniendo en su funcionamiento la misma tenacidad que antaño le permitió recuperar su FIAT 125.

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Jorge Esténger Wong