El segmento SUV sigue en boga con nuevos lanzamientos y constantes actualizaciones, así que Mercedes-Benz ha decidido poner al día su modelo GLA con retoques en el diseño, pero sobre todo más equipamiento y más tecnología.
El todoterreno, nacido en 2013, se mantiene fiel a los cánones estéticos de sus orígenes, aunque varía los parachoques, la parrilla y el estilo de algunas de sus llantas de aleación, además de sumar el color ”Beige Canyon“ a la paleta de su carrocería.
No obstante, los faros LED High Performance sustituyen a los bixenón que equipaba hasta la fecha, lo cual, aparte de un alumbrado extraordinario que reduce el cansancio de los ojos al conducir de noche, también consumen menos energía: alrededor de un 60% respecto a las luces de xenón y un 70% a las halógenas. De hecho, ya no es necesario sustituir ninguna bombilla en toda la vida útil del vehículo.
Por si fuera poco, con las mejoras en su equipamiento, el Mercedes GLA se erige en el único modelo de su segmento en contar con cámaras de visión 360 grados, lo que resulta sumamente útil para aparcar en el tráfico congestionado de la ciudad o efectuar cualquier maniobra campera.
Otra novedad llamativa es el sistema Hands Free Access, que permite abrir o cerrar el maletero solo con pasar el pie por debajo del parachoques, al igual que los servicios de conectividad para abrir y cerrar el coche con el teléfono móvil o conocer su localización GPS en todo momento.
La oferta mecánica incluye cuatro motores de gasolina y tres diésel que van desde el modelo de acceso Mercedes-Benz GLA 180 con 122 caballos de potencia, hasta el Mercedes-AMG GLA 45 4MATIC de 381 caballos y 475Nm, el motor de cuatro cilindros más potente del mercado.
Todo ello, con el propósito de plantar cara a rivales como el Audi Q2, el BMW X1 o el Infiniti QX30, si bien para una renovación más profunda del GLA habrá que esperar a 2019.