Entre las muchas novedades que ha presentado durante el Salón de Frankfurt 2017 —junto al estreno de la submarca eléctrica EQ— Mercedes Benz también develó esta berlina híbrida, que sucede al S 500e y amplía su oferta de coches enchufables.
En ese sentido, este modelo se beneficia de combinar un propulsor naftero V6 de 3.0 litros, 367 CV y 500 Nm de par máximo con otro eléctrico de 122 CV y 440 Nm, acoplados a una transmisión automática 9G-Tronic Plus.
Con ese tren motor, alcanza una aceleración de cero a 100 km/h en 5 segundos con una velocidad máxima limitada a 250 km/h, amén de registrar un consumo homologado de solo 2,1 l/100 km.
Asimismo, el Mercedes-Benz S 560e está equipado con la tecnología ECO Assist, que tiene en cuenta la situación del tráfico y brinda recomendaciones para contribuir a una conducción eficiente.
Aunque quizá lo más notable de su tren propulsor es que se asocia a una batería de ion-litio más compacta y de mayor capacidad, con 13,5 kWh y 37 amperios en sus celdas, que le otorga una autonomía 100% eléctrica de 50 kilómetros.
De hecho, el tamaño más pequeño de la batería ha permitido aumentar la capacidad del maletero de 395 a 410 litros, una de las debilidades de los coches híbridos respecto a los autos de combustión convencionales.
Por si fuera poco el cargador integrado de 7,2 kW permite una carga más rápida si se realiza a través de un Mercedes-Benz Wallbox, aunque la marca no ha especificado aún los tiempos de carga.
En resumidas cuentas, bajo consumo y emisiones en la ciudad gracias a la parte eléctrica y buena autonomía y prestaciones para los desplazamientos por carretera son las bazas de este vehículo que, encima de todo, es un Mercedes.